((**Es13.543**)
El Municipio, como propietario del colegio, se
encargará de las reparaciones y pagata los
impuestos.
Art. 2.°. Ofrece al reverendo don Juan Bosco la
remuneración de diez mil liras para gasto de
instalación del Colegio Internado, sin reembolso,
pasado el primer periodo del convenio. No queda
comprendido en estos gastos de instalación el
material necesario para las clases elementales y
de bachillerato, como son bancos, cátedras,
pizarras, mapas, carteles. etc.
Art. 3.°. Ofrece una cuota anual de cinco mil
liras para los cuatro cursos de enseñanza
elemental, sostenidos por docentes de acuerdo con
la ley.
Art. 4.°. El reverendo don Bosco tendrá abierto
el colegio para enseñanza elemental y de
bachillerato.
((**It13.635**)) Art.
5.°. Los muchachos de la población tendrán derecho
a asistir a las clases de bachillerato elemental y
superior, si se abre.
Art. 6.°. El convenio entre el Ayuntamiento y
el reverendo don Bosco, será renovado de diez en
diez años, con aviso de cinco años antes, siempre
que una de las partes quisiera volverse atrás.
El reverendo don Juan Bosco cree dar con esto
una señal de afecto a su patria chica,
ofreciéndose a mantener abierto el bachillerato
sin recompensa de ningún género y cuyo sueldo
anual, de acuerdo con el reglamento escolástico
del Estado, debería subir a diez mil quinientas
liras.
íTodo se convirtió en agua de cerrajas! Parece
que no fue comprendido el favor que don Bosco se
prestaba a hacer. Los que anduvieron en la
cuestión, se convencieron de que los de
Castelnuovo querían de don Bosco aquel beneficio
para el pueblo, como si él tuviese obligación de
hacerlo por encima de todo.
Castelnuovo de Garfagnana
Pasemos ahora a otro Castelnuovo, mucho más
lejano. El obispo de Massa Carrara, monseñor
Tommasi, necesitaba dos profesores titulados para
el bachillerato superior e inferior en su
seminario de Castelnuovo de Garfagnana, cabecera
de distrito, próxima a Lucca. El sacerdote
diocesano, don Domingo Bonacossia, había estado en
Turín en abril de 1877; había hablado de ello con
don Bosco, el cual había manifestado que estaba
dispuesto a atender la petición para el nuevo
curso escolar, con tal de que el Ministro de
Instrucción Pública convocara exámenes
extraordinarios de habilitación, como parecía
querer hacer. Se anunciaron los exámenes y don
Bosco quiso obtener la admisión a los mismos para
una docena de salesianos; mas, el decreto requería
unas condiciones nunca pretendidas anteriormente
en casos semejantes, de modo que casi todas las
peticiones de los nuestros fueron rechazadas.
Aunque de este modo le faltaba a don Bosco el
(**Es13.543**))
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