((**Es13.516**)((**It13.602**))
CAPITULO XIX
ORGANIZACION DE LOS
COOPERADORES
SALESIANOS
EN un trocito de papel de notas, muy antiguo y sin
fecha, trazó el Siervo de Dios muy brevemente qué
finalidad entendía dar a la Asociación de los
Cooperadores, con qué medios y con qué miembros.
Decía así: <>.
Lo de <> y el no hablar de la
juventud abandonada hacen pensar que el documento
pertenezca al tiempo, en que don Bosco soñaba con
la idea sin calcular todavía la amplitud que podía
alcanzar el desarrollo de la misma; pero en él
está la semilla de donde brotó el primer programa
o reglamento del 1874, ampliado sucesivamente
durante los años 1875 y 1876. Durante el bienio
siguiente a esta última fecha, el Beato se dirigió
a cuantas personas pudo para consolidar y difundir
la asociación, que presagiaba su mente sin medir
todavía su providencial desarrollo en el mundo.
((**It13.603**)) No hay
nada más indispensable para dar solidez a una
institución que la unidad de espíritu en todos los
que forman parte de la misma. Por eso el Boletín
Salesiano, enviado por don Bosco, pese al parecer
contrario de los que le rodeaban y de muchos
otros, logró aparecer finalmente en el mes de
agosto de 1877, precisamente con el objetivo de
mantener entre los miembros de la pía unión la
mayor identidad posible de pensamiento y armonía
de acción para conseguir el fin común. Desde el
principio apareció como órgano oficial de todos
los Cooperadores, sin obligación de pago alguno.
Redactado muy sencillamente y en un tono casi
confidencial, fue creando, poquito a poco,
(**Es13.516**))
<Anterior: 13. 515><Siguiente: 13. 517>