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CUESTIONES ESCOLARES
A los vientos poco propicios que soplaban sobre
el Oratorio desde el Gobierno Civil, se añadieron
los del Ayuntamiento. En la segunda quincena de
mayo, la Junta municipal suspendió, sin motivo
alguno, el subsidio de trescientas liras, que
hacía treinta años concedía a las escuelas
nocturnas. Era don Bosco el primero que las había
introducido en Turín; las autoridades municipales,
que las visitaron, quedaron tan satisfechas, que
les asignaron aquella cantidad, para colaborar a
los gastos de iluminación. Don Bosco se lamentaba
el 12 de mayo, ante algunos de sus sacerdotes, de
aquella frialdad del Ayuntamiento hacia él, cuando
el Oratorio había tratado siempre con toda suerte
de atenciones a aquellos señores y, además, se
había convertido en algo de gran utilidad y mucha
gloria para Turín. Pero la causa no podía ser otra
más que la alegada, cuando se rechazó el
acostumbrado subsidio para las clases otoñales 1.
>>Fue acaso otra la razón verdadera que
determinó el cierre de las escuelas elementales
externas? Don Bosco las mantenía hacía muchos
años, pero el 31 de octubre de 1878 el Consejo
Provincial Escolar le invitó a cerrarlas, porque,
al decir de la ya nombrada Comisión, los locales a
ellas destinados ((**It13.570**)) se
hallaban en condiciones muy deplorables. Pero
antes había enviado una instancia al Ayuntamiento
para que proveyese a aquel barrio de escuelas
elementales suficientes, donde recoger a todos los
muchachos que vivían allí con sus familias, a la
que el Ayuntamiento se había adherido <> 2. El Siervo de Dios que conocía las
necesidades de aquella población, hizo llegar a la
autoridad sus respetuosas reclamaciones.
Ilmo. señor Gobernador:
He recibido su respetable carta, del 31 p.pdo.
octubre, en la que me comunicaba las disposiciones
del Consejo Escolar Provincial, a propósito de las
escuelas internas para los albergados en esta casa
y para los pobres muchachos externos. Celebro
inmensamente que el Ayuntamiento haya acelerado
las escuelas elementales tan deseadas en este
pobladísimo barrio de Turín. Pero, estas escuelas
difícilmente podrán atender a la categoría de
muchachos que suelen acudir a las nuestras. Se
trata de muchachos que, por su indisciplina, y
porque van mal vestidos, no son admitidos o son
despedidos de las escuelas públicas. Se trata de
esos muchachos que, de un momento a otro, corren
el riesgo de ser encerrados en un correccional...
1 Véase Vol. XII, pág. 307. Leánse, para este
asunto, las cartas que se cruzaron entre don Bosco
y el Ayuntamiento, en el Apéndice, doc. 44.
2 Carta De Amicis, N. 150, en nombre del
Gobernador (31 de octubre).
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