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que tengan presente que este centro es una casa de
beneficencia para muchachos pobres y abandonados,
enviados generalmente por las Autoridades
Gubernativas y tenidos aquí gratuitamente. Muchos
de ellos, de no ser admitidos aquí, permanecerían
en la calle o el arroyo; por lo cual se unen a mí,
en número de casi ochocientos, para implorar la
benevolencia de las autoridades civiles y la
caridad de los ciudadanos privados.
Con todo mi aprecio, tengo el alto honor de
poderme profesar,
De V. S. Ilma.
Turín 15 de septiembre, 1878.
Su afmo. y s. s.
JUAN BOSCO, Pbro.
El doctor Polto tenía magníficas intenciones.
En efecto, al visitar los dormitorios, decían los
médicos que le acompañaban que no estaban lo
suficientemente ventilados; pero él, casi molesto,
dijo:
-Id a las buhardillas y contemplad al padre, a
la madre y a sus tres o cuatro hijos que están
allí durante todo el día, y allí se cocina, allí
se duerme, allí se lava, y no pueden levantar la
cabeza sin tocar en el techo...
El mismo confió a José Rossi que los colegas
querían obligarle a firmar una relación contraria
a la verdad y que él, antes de tomar semejante
partido, habría preferido abandonar el cargo. La
Comisión declaró que el instituto se encontraba en
condiciones suficientes para albergar doscientos
setenta y cinco alumnos. Así se evitó el cierre;
pero don Bosco, obligado a limitar el número de
los internos, cuando llegaban al Oratorio las
madres para encomendar a sus propios hijos, les
respondía:
-No puedo aceptarlos. Id al señor Gobernador y
pedidle permiso.
Se dice que el Gobernador, ante la ((**It13.569**))
interminable procesión de madres, perdió la
paciencia y mandó decir a don Bosco:
-Acepte los jóvenes que quiera, pero que no
venga nadie más a fastidiarme.
La falsa información dada al Gobernador de una
segunda visita Sanitaria, que nunca se hizo,
confirmó la duda de maniobras escondidas para
lograr el cierre del Oratorio. El hecho es que,
fracasada aquella tentativa, el Consejo Escolar se
agarró inmediatamente al partido de hacer cerrar
el bachillerato, pero como el incidente, comenzado
en 1878, alcanzó su fase aguda en 1879, dejamos la
narración completa del caso para el siguiente
volumen.
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