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por estar abandonados. Mientras las leyes cuidan
de los culpables, se deben ciertamente emplear
grandes cuidados para disminuir su número.
QUE MUCHACHOS SON PELIGROSOS
Yo creo que puede decirse que no son malos,
pero que corren peligro de llegar a serlo:
1.° Aquellos que van de las distintas
poblaciones y de las diversas regiones del Estado
a otras ciudades y regiones en busca de trabajo.
Generalmente llevan consigo un poco de dinero, que
en breve tiempo consumen. Si después no encuentran
trabajo, caen en el peligro de entregarse al
latrocinio y empezar el camino que les conduce a
la ruina.
2.° Los que son huérfanos o no tienen nadie que
les asista, quedan abandonados a la vagancia y a
la compañía de los díscolos, faltos de una mano
amiga, una voz caritativa que les hubiera podido
conducir por el camino del honor y de la honradez
ciudadana.
((**It13.556**)) 3.°
Los que tienen padres, que no pueden o no quieren
cuidarse de sus hijos: los echan de casa y los
abandonan totalmente. Por desgracia, es grande el
número de este tipo de padres desnaturalizados.
4.° Los vagabundos que caen en manos de los
agentes del orden público, pero que todavía no son
díscolos. Si éstos fueran recogidos en un
hospicio, donde, se les instruyera y preparase
para trabajar, ciertamente no acabarían en la
cárcel y serían restituidos a la sociedad civil.
REMEDIOS
La experiencia ha dado a conocer que se puede
atender eficazmente a estas cuatro clases de
muchachos:
1.° Con lugares de recreo para los días
festivos. Con juegos amenos, con la música, la
gimnasia, los saltos, la declamación y el teatro
se reúnen muy fácilmente. Con la escuela nocturna
y dominical y con el catecismo, se da el alimento
moral proporcionado e indispensable a estos pobres
hijos del pueblo.
2.° En estas reuniones hay que indagar quiénes
son los que no tienen patrono, y hacer de modo que
estén ocupados y asistidos durante la semana.
3.° Se encuentran algunos, tan pobres y
abandonados, que no tienen con qué vestirse, cómo
alimentarse, ni dónde dormir por la noche. A éstos
no se les puede atender más que con internados y
casas de preservación, con artes y oficios y
también con colonias agrícolas.
INTERVENCION GUBERNATIVA
El Gobierno puede colaborar de diversos modos,
sin ocuparse de una administración detallada y sin
tocar el principio de la caridad pública:
1.° Suministrando lugares de recreo para los
días festivos; ayudando y suministrando el
material necesario a esos lugares y escuelas.
2.° Proveyendo de locales para hospicios,
dotándolos de los utensilios necesarios para las
artes y oficios a que se dedicarían los muchachos
internados en ellos.
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