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((**Es13.460**) La mujer no respondió, sino que hizo una señal con la mano a todos los muchachos que se congregaron a su alrededor. Entonces ella comenzó a cantar: -Attention, garçons, silence. Ouvriers, ateliers, chantez tous ensemble. (Atención, muchachos, silencio. Obreros, talleres, cantad todos juntos). E hizo una señal con las manos dando una palmada. Entonces los jóvenes comenzaron a cantar a pleno pulmón. -Gloria, honor, gratiarum actio Domino Deo Sabaoth. (Gloria, honor, acción de gracias al Señor Dios de los ejércitos celestiales). Todos juntos formaban un coro de extraordinaria armonía. Era una serie de voces que iban desde las notas más bajas hasta las más altas y brillantes, combinadas de tal forma que las primeras parecían partir de la tierra, mientras que las otras semejaban perderse en lo más alto de los cielos. Terminado de cantar este himno, todos gritaron cantando: -Ainsi soit-il! (íAsí sea!) Y entonces me desperté. Es sumamente interesante la respuesta enviada por don Bosco al Obispo, toda ella inspirada en la casi seguridad de poderle atender, a pesar de que el Siervo de Dios no solía escribir en estos términos cuando se trataba de los comienzos de aceptación de una nueva fundación. Tal vez el abate Guiol conocía las intenciones de Monseñor y por eso, sin advertir nada a don Bosco, había procurado preparar la entrevista a que hace referencia el exordio de la siguiente carta: ((**It13.537**)) Excelencia Rvdma.: No podía recibir una carta que me fuese más grata que la que vuestra Excia. Rdma. se dignó enviarme. Si a mi vuelta de Marsella no me hubiese sentido un tanto perturbado en mi salud, ciertamente que me habría detenido con el abate Guiol a saludarle personalmente. Hablando ahora de los dos Orfanatos que V. E. me propone, los acepto en principio, y como tengo plena confianza en V. E. me pongo enteramente en sus santas manos para la realización de esta obra. A fin de que yo pueda seguir mejor sus venerados deseos y V. E. pueda conocer el fin de nuestra Institución, mandaré al Padre José Ronchail, Director del Patronato Saint Pierre-Nice, para que se entreviste con Vuestra Excelencia. Va provisto de plenos poderes y tratará y hará cuanto V. E. juzgue de la mayor gloria de Dios. Al considerar el tema de su venerada carta me vino un pensamiento, que someto a su buen querer. Nosotros nos dedicamos especialmente a reunir a los muchachos pobres y en peligro en Patronatos dominicales, y a internar a los más abandonados en escuelas de artes y oficios. Cuanto más populosas son las ciudades, tanto más son lugar a propósito para nosotros. Así las cosas: >>no se prodría, con el orfanato de San Siro, y el de La Navarre establecer uno en Fréjus?, donde montar: 1.° Un campo de recreo, oratorio y escuelas dominicales para los muchachos de la ciudad. (**Es13.460**))
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