((**Es13.450**)
Esta es la primera conferencia que celebran los
cooperadores de Niza; y el Padre Santo envía para
cada uno de ellos una bendición especial y concede
indulgencia plenaria a todos los que acudan a
tomar parte en ella, con tal de que cumplan lo
prescrito por la Iglesia para esas ocasiones.
Os comunicamos, además, con la máxima
satisfacción, que su Santidad León XIII se ha
dignado hacerse cooperador salesiano y permitir
que su augusto nombre figure entre ellos...
((**It13.525**)) Don
Bosco dejó en blanco el nombre del conferenciante,
porque seguía esperando respuesta afirmativa de
Orléans; la respuesta llegó, pero desde un
balneario, desde HyŠres; era una respuesta cortés,
pero negativa 1. Antes de salir de Italia, envió
la circular pidiendo la aportación de los
cooperadores para comprar el convento de Nizza-
Monferrato, y convertirlo en casa central de las
Hijas de María Auxiliadora 2.
En Sampierdarena se detuvo tres días, hasta el
30 de marzo, y mientras los capitulares volvían a
Valdocco, él y don Miguel Rúa se pusieron en
camino hacia la Costa Azul. Los muchos gastos que
hubo que hacer en Niza, habían vaciado los
bolsillos; a su llegada se encontró a sus hijos
con una deuda de diez mil francos a los
proveedores de comestibles; y que no recibían las
asignaciones de la conferencia de San Vicente de
Paúl, porque ésta tenía vacía la caja. Sin
embargo, el Siervo de Dios no profirió una sola
palabra de censura o de queja; sino que animaba a
los hermanos en casa y alababa fuera las obras
externas. Su gran confianza en la Providencia
produjo los mejores efectos y suscitó a su favor
nuevas llamas de caridad, de tal forma que
llegaron ayudas, que permitieron pagar las deudas
y desarrollar el Patronato.
Una de las cosas que tenía que hacer al llegar
a Niza era tomar al prefecto don Juan Bautista
Ronchail, primo del director don José, y llevarlo
a La Navarre o a Marsella, ((**It13.526**)) para
dejarlo allí como director.
1 Decía así la carta:
Señor Abate y venerable amigo:
Hubiera yo tenido una gran satisfacción en
cumplir lo que usted espera de mí; pero mi triste
estado de salud no me lo permite.
Me encuentro en este momento en HyŠres y no
estoy en situación de poder volver a Orléans, como
había decidido.
Ruégole me perdone y piense que todo lo que me
sea posible hacer por su obra, a más de predicar
un sermón, seré muy fiel en cumplirlo.
Con mis más afectuosos y respetuosos
sentimientos en Xto.
HyŠres, a 5 de abril de 1878
>>
El Obispo de Orléans.
2 Véase más atrás, pág. 176.
(**Es13.450**))
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