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((**Es13.394**) y cargado con el gobierno de una parroquia con muy numerosa feligresía, quería ejercer en ella una injerencia que resultaba embarazosa. Por esto el Arzobispo había llamado la atención a don Bosco en su carta, diciéndole: <((**It13.457**)) con don Juan Usuelli... si quiere asegurarse una buena marcha del colegio que le ofrece>>. Pero los pactos claros no fueron posibles; por eso, el Beato trató una vez más el asunto con su Capítulo, a su regreso de Roma, y, muy a pesar suyo, tuvo que renunciar, en aquella ocasión, de ir a Milán, como se deseaba. También en 1877, tuvo don Bosco entre manos diversos asuntos en el Oratorio: uno de ellos se refería a las escuelas, otro a los talleres y dos al plan de urbanización del establecimiento. Una orden expresa del Delegado Provincial de Enseñanza fue causa de que temiera que las autoridades escolásticas pusieran dificultades al bachillerato del Oratorio, exigiendo que todo el profesorado tuviese título legal. Entre doctorados, licenciados y habilitados el número de diplomados en la Congregación ya era notable; pero resultaba escasamente suficiente para cubrir los puestos en los colegios. En la siguiente carta, dirigida al comendador Barberis, antiguo condiscípulo de don Bosco y a la sazón Delegado central de Instrucción Pública en Roma, vemos cómo se las arreglaba él en el Oratorio y qué hacía para conjurar el peligro. Queridísimo amigo: Acudo a nuestra antigua amistad para encomendarme en un asunto en el que tú puedes favorecerme. Hasta el presente, la autoridad escolástica nos ha dejado tranquilos en cuanto a los estudios que siguen nuestros pobres muchachos internados en la casa de Valdocco, por tratarse de maestros que enseñaban gratuitamente a pobres. Este año nos ha avisado el Delegado que, para el 15 de este mes (octubre), quiere en cada clase un profesor debidamente titulado. Yo no puedo poner inmediatamente tales profesores, porque, además, no podría pagarlos. En consecuencia, elevé una instancia al señor Ministro, Coppino, para que se dignara autorizar por un trienio a los actuales docentes y, en este lapso de tiempo, resolver la situación. Parece que el señor Ministro aceptó benévolamente la súplica, pero dijo que se remitiría al consejo escolástico superior, que tú presides. Hazme, pues, esta caridad, o mejor, haz esta caridad a los muchachos pobres de esta casa, di una palabra en nuestro favor y tendrás muchos agradecidos que rezarán por tu felicidad y la de tu familia. ((**It13.458**)) Me harás un nuevo favor, si tienes la bondad de hacerme escribir unas líneas para mi norma. (**Es13.394**))
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