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al menos una vez a la semana. Jesucristo
Sacramentado es quien deberá durante todo este
tiempo de peligros. Y para que la podáis hacer con
las mejores disposiciones y más provecho, acordaos
de la meditación que os he recomendado para antes
o después del Santo Sacrificio.
Habría todavía muchas otras cositas para
recomendaros, que ya las hacéis aquí o las haréis
en casa, como son, rezar las oraciones de la
mañana y de la noche, sin dejar pasar un día sin
cumplir este deber; id a la iglesia cuando se dé
la bendición y, como buenos cristianos, tomad
parte en las otras prácticas de piedad que también
el párroco os recordará. Huid de la lectura de
libros malos y de los malos compañeros, pero de
esto ya os he hablado otras veces y espero que lo
practiquéis. Os lo recomiendo como padre que
quiere mucho a sus hijos, para que podáis pasar
bien el tiempo de vacaciones.
Repitamos brevemente lo que os he dicho y esto
os basta: huida del ocio, presencia de Dios, misa
y meditación diarias, confesión y comunión
semanales, oraciones de la mañana y de la noche.
Así vuestras vacaciones serán verdaderas
vacaciones y, lo que más importa, sin ofensa del
Señor.
Sin embargo, como ya os digo, temo que os
suceda alguna desgracia. A la verdad, desde hace
veinte años que mis muchachos van a vacaciones, no
recuerdo ni uno solo que, al volver, me haya dicho
que había sido mejor en su casa que en el
Oratorio; no recuerdo que ninguno me haya dicho
que ha sacado algún provecho espiritual de las
vacaciones. Por el contrario, todos los años he
tenido que lamentar muchas caídas. Y, por esto,
temo y temeré siempre, mientras no os vea
nuevamente reunidos aquí. La fecha de vuelta está
señalada entre el 15 y el 20 de octubre. De
ordinario, el día fijado para encontrarse aquí es
el día 18. Recomiendo a todos que sean puntuales,
para no perder la plaza, para no hacerse esperar
más días, o para no ser despachado a su casa, como
sucedió en años pasados. En todo caso, los
primeros en llegar siempre serán los mejor
atendidos.
Sin embargo, >>quién sabe si volveréis
todos?... Temo que el Señor se ((**It13.437**)) lleve
consigo a alguno de vosotros durante las
vacaciones. Esperemos que no, pero, en todo caso,
estemos siempre preparados. Mirad: hace poco
tiempo, uno de vuestros compañeros salía la mar de
contento del Oratorio y esperaba ir a los
ejercicios de Lanzo. Pero he aquí que, pocos días
después, pasaba de esta vida a la eternidad. Tenía
buena voluntad, mas no pudo cumplir sus deseos.
Ahora me despido y os digo: -íHasta volver a
vernos el curso que viene! Pero ciertamente no nos
volveremos a ver todos. Algunos serán destinados a
otra profesión, otros se quedarán en su casa,
porque los padres necesitan ayuda, o preferirán ir
a otra escuela. Con todo, ya sea que volváis al
Oratorio, ya sea que no volváis, ya sea que paséis
alegres o tristes vacaciones, lo único que os
recomiendo es que no cometáis ningún pecado. Si os
guardáis de esto como de una serpiente, pasaréis
santamente las vacaciones; volveréis todos sanos y
alegres para cursar otro año de estudio y de
ejercicios de piedad, hasta que, después de una
larga serie de fatigas, consigáis el premio
deseado.
Mientras tanto os deseo unas felices vacaciones
y feliz regreso.
El regreso al Oratorio debía ser entre el 15 y
el 20 de octubre; pero, ya desde el 7, había un
pequeño número de muchachos, porque, entre otros,
estaban presentes los que tenían que recuperar
alguna asignatura y volver a examinarse. Don Bosco
fue aquella noche a saludarlos. Sus
(**Es13.376**))
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