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((**Es13.376**) al menos una vez a la semana. Jesucristo Sacramentado es quien deberá durante todo este tiempo de peligros. Y para que la podáis hacer con las mejores disposiciones y más provecho, acordaos de la meditación que os he recomendado para antes o después del Santo Sacrificio. Habría todavía muchas otras cositas para recomendaros, que ya las hacéis aquí o las haréis en casa, como son, rezar las oraciones de la mañana y de la noche, sin dejar pasar un día sin cumplir este deber; id a la iglesia cuando se dé la bendición y, como buenos cristianos, tomad parte en las otras prácticas de piedad que también el párroco os recordará. Huid de la lectura de libros malos y de los malos compañeros, pero de esto ya os he hablado otras veces y espero que lo practiquéis. Os lo recomiendo como padre que quiere mucho a sus hijos, para que podáis pasar bien el tiempo de vacaciones. Repitamos brevemente lo que os he dicho y esto os basta: huida del ocio, presencia de Dios, misa y meditación diarias, confesión y comunión semanales, oraciones de la mañana y de la noche. Así vuestras vacaciones serán verdaderas vacaciones y, lo que más importa, sin ofensa del Señor. Sin embargo, como ya os digo, temo que os suceda alguna desgracia. A la verdad, desde hace veinte años que mis muchachos van a vacaciones, no recuerdo ni uno solo que, al volver, me haya dicho que había sido mejor en su casa que en el Oratorio; no recuerdo que ninguno me haya dicho que ha sacado algún provecho espiritual de las vacaciones. Por el contrario, todos los años he tenido que lamentar muchas caídas. Y, por esto, temo y temeré siempre, mientras no os vea nuevamente reunidos aquí. La fecha de vuelta está señalada entre el 15 y el 20 de octubre. De ordinario, el día fijado para encontrarse aquí es el día 18. Recomiendo a todos que sean puntuales, para no perder la plaza, para no hacerse esperar más días, o para no ser despachado a su casa, como sucedió en años pasados. En todo caso, los primeros en llegar siempre serán los mejor atendidos. Sin embargo, >>quién sabe si volveréis todos?... Temo que el Señor se ((**It13.437**)) lleve consigo a alguno de vosotros durante las vacaciones. Esperemos que no, pero, en todo caso, estemos siempre preparados. Mirad: hace poco tiempo, uno de vuestros compañeros salía la mar de contento del Oratorio y esperaba ir a los ejercicios de Lanzo. Pero he aquí que, pocos días después, pasaba de esta vida a la eternidad. Tenía buena voluntad, mas no pudo cumplir sus deseos. Ahora me despido y os digo: -íHasta volver a vernos el curso que viene! Pero ciertamente no nos volveremos a ver todos. Algunos serán destinados a otra profesión, otros se quedarán en su casa, porque los padres necesitan ayuda, o preferirán ir a otra escuela. Con todo, ya sea que volváis al Oratorio, ya sea que no volváis, ya sea que paséis alegres o tristes vacaciones, lo único que os recomiendo es que no cometáis ningún pecado. Si os guardáis de esto como de una serpiente, pasaréis santamente las vacaciones; volveréis todos sanos y alegres para cursar otro año de estudio y de ejercicios de piedad, hasta que, después de una larga serie de fatigas, consigáis el premio deseado. Mientras tanto os deseo unas felices vacaciones y feliz regreso. El regreso al Oratorio debía ser entre el 15 y el 20 de octubre; pero, ya desde el 7, había un pequeño número de muchachos, porque, entre otros, estaban presentes los que tenían que recuperar alguna asignatura y volver a examinarse. Don Bosco fue aquella noche a saludarlos. Sus (**Es13.376**))
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