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((**Es13.373**) para divertiros. Sobre todo os recomiendo, y mucho, que deis buenos y largos paseos. Aún así tendréis mucho tiempo para leer, estudiar y repasar alguna materia determinada o algún autor todavía no bien entendido. A la hora del desayuno cumplid vuestro deber y a la hora de la comida, comed también con buenas ganas. Pero, guardad la templanza en el comer y en el beber. Sabéis perfectamente que hay ciertos refranes piamonteses que mueven a risa, pero dicen la verdad. No querría decirlos, mas por vuestro bien, recordaré algunos. Por ejemplo: Panza llena, casa de tentación. Lo que está en la panza es todo del diablo 1. Los Santos Padres dicen que convivimos con un enemigo, que es nuestro cuerpo. Si le damos cuanto nos pide, él se envalentona y puede perjudicarnos; pero, si le damos poco alimento, entonces, a semejanza de un caballo, al que le dan poco heno y poca cebada, se hace dócil, agacha las orejas y obedece al espíritu. No olvidéis que, al decir de los Doctores de la Iglesia, gula y castidad no pueden ir juntas. Y además san Pablo, escribiendo avisos para varias clases de personas, da a los jóvenes sólo éste: Ut sobrii sint (para que sean sobrios). >>Es posible? diréis. >>No encontraba san Pablo otros avisos más importantes que darles? No: porque cuando los jóvenes son sobrios, pueden adelantar mucho en la virtud. Si falta la sobriedad, tienta el demonio y se cae en muchos pecados. Una cosa más. Descansad en vacaciones algo más de lo acostumbrado por la mañana y por la tarde; pero guardaos mucho de ((**It13.433**)) cierto género de descanso que se llama daemonium meridianum. Es el más terrible de cuantos demonios podáis encontrar. Como tal se entiende el descanso de después de comer, la siesta. Este demonio viene cuando uno va a echarse en la cama. íCuánto daño le hace! Da vueltas a su alrededor. Va a su lado y le silba al oído una palabra mala. íQué conversaciones le trae al recuerdo! Se pone delante de él, le mira maliciosamente con el rabillo del ojo y le presenta una figura torpe, un feo espectro que vio en un libro malo. Da vuelta por el otro lado y le susurra un recuerdo que debería estar olvidado para siempre y le enciende la fantasía. Y estas tentaciones se estacionan allí, y él no puede librarse de ellas, y la imaginación va tras estos fantasmas, va... y va... hasta caer en un deplorable exceso, y el demonio canta victoria. Guardaos, pues, de echaros en cama después de comer. A no ser que estéis ya avanzados en edad y no podáis teneros en pie, no toméis nunca este hábito. Si tuvieseis necesidad de descanso, a lo más sentaos en una silla y con la cabeza derecha o inclinada, estaos allí un rato dormitando. Esto os bastará y os aprovechará. -íQué charla tan larga nos ha espetado don Bosco! Repasemos desde el principio y repitamos todo brevemente. Pasad felices vacaciones, pero no estéis nunca ociosos. Si no trabajáis vosotros, trabaja el demonio. De día trabajad, divertíos, conversad, jugad. A la hora del desayuno, a desayunar; a la hora de la comida, a comer; y a la hora de cenar, a cenar, pero no estar nunca sin hacer nada. Incluso de noche, procuremos estar ocupados. >>En qué? En dormir; sí, dormid. En el alimento, sobriedad; nunca más de lo necesario, para conservar la salud del cuerpo y la del alma. Me quedarían todavía otras cosas por deciros, pero os las diré el domingo o el lunes, antes de que salgáis. Mañana y pasado mañana, que son los últimos días que pasáis con nosotros, deseo que vengáis a verme, porque tendría algo que deciros a 1 Confieso la verdad, si digo que no he sabido encontrar en nuestro refranero los proverbios españoles correspondientes a estos piamonteses; porque no les van: <>, ni, <>. (N. del T.) (**Es13.373**))
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