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para divertiros. Sobre todo os recomiendo, y
mucho, que deis buenos y largos paseos. Aún así
tendréis mucho tiempo para leer, estudiar y
repasar alguna materia determinada o algún autor
todavía no bien entendido.
A la hora del desayuno cumplid vuestro deber y
a la hora de la comida, comed también con buenas
ganas. Pero, guardad la templanza en el comer y en
el beber. Sabéis perfectamente que hay ciertos
refranes piamonteses que mueven a risa, pero dicen
la verdad. No querría decirlos, mas por vuestro
bien, recordaré algunos. Por ejemplo: Panza llena,
casa de tentación. Lo que está en la panza es todo
del diablo 1. Los Santos Padres dicen que
convivimos con un enemigo, que es nuestro cuerpo.
Si le damos cuanto nos pide, él se envalentona y
puede perjudicarnos; pero, si le damos poco
alimento, entonces, a semejanza de un caballo, al
que le dan poco heno y poca cebada, se hace dócil,
agacha las orejas y obedece al espíritu. No
olvidéis que, al decir de los Doctores de la
Iglesia, gula y castidad no pueden ir juntas. Y
además san Pablo, escribiendo avisos para varias
clases de personas, da a los jóvenes sólo éste: Ut
sobrii sint (para que sean sobrios). >>Es posible?
diréis. >>No encontraba san Pablo otros avisos más
importantes que darles? No: porque cuando los
jóvenes son sobrios, pueden adelantar mucho en la
virtud. Si falta la sobriedad, tienta el demonio y
se cae en muchos pecados.
Una cosa más. Descansad en vacaciones algo más
de lo acostumbrado por la mañana y por la tarde;
pero guardaos mucho de ((**It13.433**)) cierto
género de descanso que se llama daemonium
meridianum. Es el más terrible de cuantos demonios
podáis encontrar. Como tal se entiende el descanso
de después de comer, la siesta. Este demonio viene
cuando uno va a echarse en la cama. íCuánto daño
le hace! Da vueltas a su alrededor. Va a su lado y
le silba al oído una palabra mala. íQué
conversaciones le trae al recuerdo! Se pone
delante de él, le mira maliciosamente con el
rabillo del ojo y le presenta una figura torpe, un
feo espectro que vio en un libro malo. Da vuelta
por el otro lado y le susurra un recuerdo que
debería estar olvidado para siempre y le enciende
la fantasía. Y estas tentaciones se estacionan
allí, y él no puede librarse de ellas, y la
imaginación va tras estos fantasmas, va... y va...
hasta caer en un deplorable exceso, y el demonio
canta victoria.
Guardaos, pues, de echaros en cama después de
comer. A no ser que estéis ya avanzados en edad y
no podáis teneros en pie, no toméis nunca este
hábito. Si tuvieseis necesidad de descanso, a lo
más sentaos en una silla y con la cabeza derecha o
inclinada, estaos allí un rato dormitando. Esto os
bastará y os aprovechará.
-íQué charla tan larga nos ha espetado don
Bosco!
Repasemos desde el principio y repitamos todo
brevemente.
Pasad felices vacaciones, pero no estéis nunca
ociosos. Si no trabajáis vosotros, trabaja el
demonio. De día trabajad, divertíos, conversad,
jugad. A la hora del desayuno, a desayunar; a la
hora de la comida, a comer; y a la hora de cenar,
a cenar, pero no estar nunca sin hacer nada.
Incluso de noche, procuremos estar ocupados. >>En
qué? En dormir; sí, dormid. En el alimento,
sobriedad; nunca más de lo necesario, para
conservar la salud del cuerpo y la del alma.
Me quedarían todavía otras cosas por deciros,
pero os las diré el domingo o el lunes, antes de
que salgáis. Mañana y pasado mañana, que son los
últimos días que pasáis con nosotros, deseo que
vengáis a verme, porque tendría algo que deciros a
1 Confieso la verdad, si digo que no he sabido
encontrar en nuestro refranero los proverbios
españoles correspondientes a estos piamonteses;
porque no les van: <>,
ni, <>.
(N. del T.)
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