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que daros. íEl lunes empiezan las vacaciones! >>Os
gusta esta noticia? Veo que gusta a muchos y yo me
alegro de que hagáis vacaciones, y puedo deciros
que muchos han pedido pasarlas aquí conmigo en el
Oratorio. Esto me agrada, mas deseo que lo hagan
de buena gana y que no hagan desesperar a los
asistentes, y a los maestros. Tendrán horas de
recreo y de paseo en abundancia, pero pasarán unas
vacaciones más retirados y expuestos a menos
peligros.
Lo único que recomiendo a los que se van y a
los que se quedan es la fuga del ocio. Ya sé que a
algunos no les parecerá tan bonito ir de
vacaciones para trabajar.
Y, sin embargo, el verbo vaco, vacas, vacare no
significa descansar, no hacer nada, como alguno se
cree, antes al contrario, significa ocuparse,
atender a alguna cosa. Así, vacare studio
significa atender al estudio; vacare agriculturae
dedicarse a la agricultura; vacare deprecationibus
emplear el tiempo en ejercicios de piedad.
Yo deseo que en todo tiempo se haga siempre
algo y no se pierda ni un minuto, porque en
vacaciones una de dos, o trabajáis vosotros y el
demonio se queda desocupado, o bien vivís vosotros
desocupados y trabaja el demonio. Me diréis:
->>Entonces tendremos que trabajar siempre y no
descansar ni un momento?
Quiero que entendamos los términos. La fuga del
ocio no quiere decir estarse desocupado, pero no
significa trabajar continuamente en trabajos
manuales, estudios y oraciones.
A pesar de que verdaderamente un trabajo
continuo no es reprochable, antes al contrario os
lo recomiendo. Recuerdo que cuando yo iba a casa
de vacaciones buscaba cuero, lo cortaba, hacía
zapatos y después los regalaba; compraba paño,
tela de algodón, la cortaba, hacía un par de
pantalones, de calzoncillos y después los cosía y
me servían para mí o para otros. También me ponía
a hacer de carpintero, trabajaba con la madera y
fabricaba bancos, sillas, mesas y otras cosas.
Todavía hay en mi casa mesas y sillas que hice yo
con mis manos. Muchas veces iba a segar hierba en
el prado y, para descansar, leía a Virgilio. Otras
veces daba vueltas al heno. Era bonito verme a
veces con la hoz o la horca en una mano y Virgilio
en la otra. En una palabra, no sabría decir si hay
un oficio al que no me dedicara; pero puedo
aseguraros que no pasé un momento ocioso. No
quiero proponeros estos hechos como ejemplo, los
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recordado solamente para haceros ver de cuántas
maneras se puede ocupar el tiempo de vacaciones.
>>Y en casa no puede uno prestar los servicios
que dan a conocer el buen corazón y la atención de
un joven? Por ejemplo, barrer las habitaciones,
fregar los platos, preparar la mesa, servir la
comida, ayudar al padre o a la madre; prestarse a
trabajar en la huerta, en la viña; revolver el
heno en el prado, cortar leña, limpiar una cuba y
tantas otras cosas, pero no estar nunca ocioso. Si
uno se queda allí parado, sin hacer nada, y se
está mano sobre mano, el demonio que observa
siempre atentamente, dice en seguida:
-íEste es mío!
Y le acecha con insistencia, y, ora por medio
de los compañeros, ora con los pensamientos, hace
que caiga en sus garras.
->>Entonces tendremos que trabajar siempre y no
divertirnos nunca?
-Hay diversos géneros de trabajo; la diversión
misma puede ser una ocupación. Quien tenga una
viña, vaya en hora buena a comer uvas, sólo le
recomiendo que tome las más maduras. Si hubiese
melocotones, higos, peras, manzanas, comed
alegremente con tal que estén maduras. Sí, os
recomiendo que os divirtáis mucho; jugad a las
bochas, jugad a la pelota. Cada uno tendrá también
en casa diversiones especiales, y juéguese a la
baraja, a las damas, al tresillo, al ajedrez y con
todo lo que encontréis
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