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((**Es13.353**) que nos rodean fuera por todas partes. Aquí estamos apartados de los escándalos, de los malos compañeros y tenemos toda comodidad para hacer el bien. Fuera de esta arca, íay!, cuántas y cuán graves ocasiones de caer os saldrán al encuentro, siendo vosotros todavía casi desconocedores del mundo. Ah, no sabéis en qué peligros se encuentran muchos de vuestros compañeros que tuvieron la desdicha de entrar en él. Tenemos aquí, además, la gran suerte de tener a María Auxiliadora, dispuesta a protegernos, la cual concede todos los días muchísimas gracias aun corporales. Ora un ciego recupera la vista, ora un epiléptico queda perfectamente curado, como sucedió esta mañana, ora un tullido, que hacía ocho años no podía moverse, y ha empezado a caminar, ((**It13.408**)) como ha sucedido ayer; y otras gracias llamativas, extraordinarias, que podría contaros, y que concede continuamente María Santísima al que la suplica. Y digo yo: si esta Madre se muestra tan benigna y liberal para conceder gracias al cuerpo, destinado a servir al espíritu, este cuerpo miserable, que dentro de poco ha de ser echado bajo tierra para pudrirse y quedar reducido a polvo, >>qué no hará con nuestras almas destinadas a gozar con el Señor por toda la eternidad? íCuántas gracias tiene preparadas, esperando que alguno se las pida! No olvidéis, queridos hijos, que la Virgen tiene guardadas todas las gracias necesarias a cada uno de nosotros para nuestra alma, para nuestro cuerpo, para nuestros padres, parientes y amigos. Sólo aguarda a que se las pidamos para dárnoslas. Por consiguiente, si Ella las tiene preparadas, si está dispuesta a concederlas a quien las pide, ícon qué devoción tendremos que pedírselas especialmente durante esta novena! Además, las madres siempre tienen un tiempo especial, en el que están dispuestas a conceder regalitos a sus hijos, en el que suelen darles más fácilmente todo lo que piden. Suele ser el día de su cumpleaños, el de su santo, el del aniversario de la primera comunión, el de la confirmación, el día que les recuerda una fecha feliz. Hay muchos días para las buenas madres, en los que tienen preparados especiales favores para sus hijos. Pero desean que se los pidan para poderlos dar, y, a veces, están pesarosas, cuando dejan pasar una de estas bellas ocasiones sin que se les pida nada. >>Y si sucede así con las madres de la tierra, no pasará lo mismo con la buena madre que está allá arriba en el cielo? Creedlo, Ella es mejor, infinitamente más cariñosa y mucho más poderosa que las madres de esta tierra, y puede y quiere concedérnoslo todo. Por consiguiente, si nos encomendamos a Ella de corazón, estará dispuesta a ayudarnos, porque nosotros somos, de una manera particular, sus hijos. Aprovechemos, pues, la buena ocasión de su mes, de su novena, de su fiesta para encomendarnos a la Bienaventurada Virgen Auxiliadora.íCuántas preciosas gracias tiene preparadas para cumplir nuestros deseos! Gracias espirituales, gracias corporales, gracias para la salud, para los estudios, para nuestros parientes, para sus negocios y para sus campos. Roguémosla. Ella os defienda de todos los peligros de la vida. Os guíe hasta la meta, adonde tienden todos nuestros esfuerzos. Cada uno de vosotros tome buenas resoluciones, esfuércese por ponerlas en práctica y el Señor y María Santísima os ayudarán a salir libres de toda ocasión de pecado. Buenas noches. Volvió a la pequeña tribuna la noche del día 20. Un muchacho, según la costumbre, se le acercó, le besó la mano y le entregó, envuelto ((**It13.409**)) en un pedacito de papel, un objeto perdido. El Beato aprovechó (**Es13.353**))
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