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Tanto don Miguel Rúa como V. S. afirmaron
repetidas veces, en sus cartas, que, antes de
recibir a algún individuo en la Congregación
Salesiana, se habían pedido a Monseñor las
testimoniales. Ahora bien, don Angel Rocca es
precisamente uno de ésos de los que, por haber
sido expulsado del Seminario Metropolitano, y, sin
embargo, recibido en dicha Congregación, hubo de
dar el Arzobispo tan graves y repetidas quejas. V.
S. escribía en su carta de 29 de mayo de 1873 con
respecto a don Angel Rocca: <>. Por otra parte, desde el momento
en que un seminarista merece la expulsión del
Seminario ciertamente no es digno de una
Congregación religiosa. Esta fue siempre la regla
seguida hasta ahora, no solamente para los
seminaristas de la Archidiócesis de Turín, sino de
todas las demás diócesis.
Después de estas declaraciones de V. S.,
suponía el Arzobispo con todo derecho ((**It13.375**)) que el
joven Rocca había salido definitivamente de las
casas de los salesianos, cuando, con gran estupor
suyo, se entera de que es sacerdote, ordenado no
sabe por quién, y que, pensando tener privilegio
no sólo del oratorio privado, sino del altar
portátil a manera de Obispo, celebra la santa misa
en su casa de Rivara.
Monseñor no puede dejar de manifestar nuevas,
gravísimas y continuas quejas contra esta forma de
actuar tan evidentemente anormal.
Con el máximo aprecio, soy de V. S. Rvma.
Su
seguro servidor
FRANCISCO MAFFEI, Teólogo
prosecr. arzobispal
Hasta el 9 de noviembre se sabía en la Curia
que don Angel Rocca había salido del seminario de
Turín <> 1; por el
contrario, el 4 de diciembre y desde la misma
Curia, se escribe que don Angel Rocca fue
expulsado del Seminario. Aquí la contradicción es
evidente. Pero nos parece lícito suponer que la
segunda aserción se debe atribuir a erróneas
informaciones tomadas después de la primera, como,
por ejemplo, muy bien puede creerse que la súplica
para las testimoniales no fue entregada a Monseñor
por personas que lo rodeaban 2.
1 Carta del prosecretario teólogo Maffei a don
Miguel Rúa, Turín, 9 de noviembre de 1877. Esto
coincide con la ya referida afirmación de don
Angel Rocca que él se había marchado del Seminario
ipso invito, esto es, contra la voluntad del
Arzobispo.
2 El M. R. don Angel Rocca, interpelado que fue
por nosotros, acerca de las testimoniales, nos
escribe:
Queridísimo D. C. 1:
Recuerdo todavía y muy bien cuando el B. don
Bosco, habiéndome yo decidido a entrar en la
Congregación, me mandó pedir a monseñor Gastaldi
las necesarias testimoniales. No habiendo
1 Entiendo que este D. C. se refiere al autor
don Eugenio Ceria; basta ver la fecha de la carta.
(N. del T.)
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