((**Es13.31**)
a los que se unieron aquellos días los de la
vecina Ariccia. Según su costumbre, al día
siguiente visitó personalmente a las autoridades
eclesiásticas y civiles, esto es, al Vicario
General de Albano, al Arcipreste y al Alcalde de
Ariccia. Pasó la tarde con los suyos,
alegrándoles, dice don Francisco Varvello que
estaba presente, con las conversaciones más amenas
del mundo, como si hubiese olvidado por el camino
todas sus preocupaciones. El tercer día hizo el
ejercicio de la buena muerte con toda la
comunidad. Fue a saludar al alcalde de Albano,
visitó un local que querían entregarle para
colegio y volvió hacia la Ciudad Eterna.
Aquí siguió con sus visitas a los miembros de
las Sagradas Congregaciones. Presentó por primera
vez el informe trienal sobre el estado de la Pía
Sociedad, de acuerdo con la Constitución
apostólica Romani Pontifices: ciento sesenta y
tres profesos perpetuos y setenta y ocho
trienales; ciento veinte novicios; setenta y nueve
aspirantes; ochenta y nueve sacerdotes. El
Capítulo Superior estaba formado por:
Rector: JUAN BOSCO, Pbro.
Prefecto: Miguel Rúa, Pbro.
Director Espiritual: Juan Cagliero,
Pbro.
Ecónomo: Carlos Ghivarello, Pbro.
Consejero Escolástico: Celestino
Durando, Pbro.
Consejero: Antonio Sala, Pbro.
Para ocupar el puesto de don Juan Cagliero
ausente, como director espiritual o catequista
general, el Beato había determinado llamar a don
Juan Bonetti; pero no pudo relevarlo todavía de la
dirección del colegio de Borgo San Martino. Don
Carlos Ghivarello, anteriormente Consejero,
sucedía como Ecónomo general a don Francisco
Bodrato que había salido para América; don
Celestino Durando, antes simple Consejero, asumía
la dirección general de las escuelas salesianas, y
añadía ((**It13.27**)) a su
título el calificativo de <>; entraba
a formar parte del Capítulo Superior, como
Consejero, don Antonio Sala y así sustituía a don
José Lazzero, convertido en vicedirector del
Oratorio. Don Julio Barberis, Maestro de novicios,
figura únicamente como Consejero en el Capítulo
local del Oratorio. De las casas se hablará en
otro lugar.
Desde el Oratorio llegáronle a don Bosco
cartitas firmadas por los novicios y por los
aprendices, con fervientes expresiones de homenaje
para el Vicario de Jesucristo, y el Papa se dignó
oír su lectura. Llegáronle también las
calificaciones de los alumnos de cada
curso,(**Es13.31**))
<Anterior: 13. 30><Siguiente: 13. 32>