((**Es13.254**)
Ilmo. señor Director de la Gazzetta del Popolo:
En su diario del 7 del corriente agosto, V. S.
publicó una nota del corresponsal de Giaveno en la
que se atribuía a un alumno mío algunos hechos de
los que se ocupaba la autoridad judicial de Susa.
Ruégole rectifique y declare que la persona, a
la que se atribuyen esos hechos, nunca fue alumno
en ninguna de mis casas, ni como estudiante, ni
como aprendiz.
Espero que hará esta rectificación a título de
cortesía y por amor a la verdad, sin recurrir al
apoyo de las leyes.
Con el aprecio que me merece, tengo el honor de
profesarme
Turín, 13 de agosto de 1877.
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
La Gazzetta en su número del 19, bajo el título
diario de <>, donde había aparecido la
nota del corresponsal, publicó la carta de don
Bosco, sin añadir ni una palabra de comentario.
Decreto final. Ejercicios de los
hermanos
Conferencia 25.¦ En la decimosexta conferencia
había expuesto don Bosco al Capítulo General la
oportunidad de llegar, antes de cerrar las
reuniones, a un decreto, por el que ((**It13.290**)) se
concediera al Superior la facultad de redactar
definitivamente y ordenar los artículos que debían
enviarse a Roma, dejándole como árbitro para
cambiar expresiones y cosas de la manera que
juzgase mejor. En efecto, era natural que el
complejo de deliberaciones tuviese que sugerir
cambios, cuya razón no se adivinaba, vez por vez,
en ciertos detalles que resultaba oportuno señalar
entre los socios en privado, pero que no tenían
que ser impresos ni presentarse a la vista de
otros. Todo este trabajo no se había podido llevar
a cabo allí todos juntos; de ahí la necesidad de
autorizar al Superior para efectuarlo cómodamente
después. Ahora se comprendía palpablemente cuán
acertada había sido la previsión de don Bosco.
La vigesimoquinta conferencia se tuvo el 5 de
octubre por la mañana, día destinado a poner
término a los trabajos del Capítulo General.
Tras un mes completo de bregar, todos veían cuánto
quedaba por hacer, para poder decir que la obra
estaba acabada. Sin embargo, urgía a los
directores volver a sus colegios para la próxima
inauguración del curso escolar, y don Bosco hacía
mucho tiempo que había prometido estar en otra
parte el día 7, domingo del Rosario. Dijo, pues,
el Beato:
(**Es13.254**))
<Anterior: 13. 253><Siguiente: 13. 255>