((**Es13.232**)
ocupase de ello expresamente. Estas observaciones
eran de don Bosco, el cual siguió diciendo:
-Yo habría encontrado enseguida un medio que no
diese tanto trabajo; pero entonces esta asociación
no habría correspondido al fin. El medio era
fácil: dejar muchos centros que actuasen cada uno
por sí, asociando o suprimiendo socios. Así están
constituidos los terciarios franciscanos. Cada
casa de franciscanos puede afiliar a quien quiere,
y el número sigue siendo de este modo siempre muy
elevado, pero no se puede tener un centro y unidad
de acción. El mayor esfuerzo que ya hice para
estos Cooperadores, lo que me costó muchos años de
estudio, gracias a lo cual y sólo por eso me
parece haber logrado mi intento, fue precisamente
encontrar la manera de unirlos a todos con la
cabeza y que la cabeza pueda hacer llegar su
pensamiento a todos. Ahora ni siquiera nosotros
podemos hacernos una idea de la extensión que
alcanzará esta obra y de la influencia moral que
ejercerá cuando esté tan extendida. Cuando sean
varios millares, y yo estoy convencido de que
pronto serán a lo menos cinco mil, entonces se
obtendrán efectos sorprendentes. El Padre Santo
mismo, cuando vio ((**It13.264**)) este
vínculo de todos con la cabeza, y de la cabeza con
todos, exclamó sorprendido:
-íEsta es una verdadera masonería católica!
Aparte otras cosas, nuestro fin es, además,
difundir buenas máximas, y hacer el bien en las
mismas familias en las que se recibe el Boletín.
Ahora bien, he aquí cómo obtendremos el fin
abundantemente. Pongamos, por ejemplo, que hoy se
invite a todos en el Boletín a enseñar el
catecismo a los muchachos, explicando la utilidad
y la manera práctica; que mañana se recomiende a
nuestros colegios; que en otro número se hable del
ejercicio de la buena muerte mensual, poniendo de
relieve su belleza e indicando la manera de
hacerlo; que en otro número se invite a los
ejercicios espirituales anuales; que otra vez se
insista en la utilidad de difundir lecturas
católicas, y cosas por el estilo. >>Qué efecto no
producirán estas propuestas hechas con gracia y
entre amigos? Es mi parecer que siempre se
alcanzará este gran bien porque nuestras
propuestas se toman a buena parte. Por otro lado,
supongamos que un año se encuentra la Congregación
en una grave necesidad de ayuda; haciendo un
llamamiento en el Boletín, creo que nos llegaría
más de lo pedido, pues son numerosas las familias
dispuestas a hacer sacrificios por este motivo.
Es, pues, necesario que cada Director conozca
bien a estos Cooperadores, y hable de ellos en su
verdadero sentido. Si se os pregunta cuál es su
fin, no hay más que contestar que es el de hacer a
los jóvenes todo el bien espiritual y material que
podamos y que se prefiere hacerlo a los jóvenes
más pobres y más abandonados. Dígase, además, que
el Padre Santo quiso encabezar la lista de los
Cooperadores. De este modo, sin exagerar nada,
muchísimos quedan atraídos y piden espontáneamente
hacerse Cooperadores.
Don Bosco invitó después a todos los presentes
a discurrir juntos la manera práctica de aumentar
el número de los Cooperadores. Entre otras gustó
la propuesta de sacar, del catálogo de los
abonados a las Lecturas Católicas, los nombres de
todos los que fueran considerados
(**Es13.232**))
<Anterior: 13. 231><Siguiente: 13. 233>