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Desde que fue sacerdote, don Carlos Cays pedía
a diario a la Virgen tres gracias para el término
de su vida; morir junto a don Bosco y asistido por
él; poder bendecir a los de su familia, para que
guardaran la fe de sus padres; no sufrir mucho al
morir, porque decía que tenía poca paciencia.
Con su piedad, su humildad, su obediencia, su
mortificación y su gran caridad, edificó a sus
hermanos durante sólo cinco años. El Señor lo
llamó a sí el 4 de octubre de 1882. Murió en el
Oratorio, asistido por don Miguel Rúa, a quien don
Bosco en los últimos dos días lo confió, pues a él
le esperaban en San Benigno para la ((**It13.242**))
clausura de los ejercicios espirituales. El
virtuoso Conde ofreció generosamente a Dios el
sacrificio que le causaba aquella ausencia; pero
el hijo predilecto, don Miguel Rúa, representaba
tan dignamente al Padre en la asistencia a los
moribundos que, en efecto, era opinión general en
la casa que había recibido del Cielo dones
especiales para tan delicado ministerio.
Los actos y las palabras del moribundo fueron
hasta el último instante un sublime ejercicio de
las virtudes teologales y un testimonio continuo
de su sincero amor a la vida religiosa. En sus
frecuentes coloquios con don Miguel Rúa expresaba
su dolor por no haber observado siempre, durante
los últimos dos meses, todas las reglas, como la
de levantarse por la mañana con la comunidad. Daba
gracias al Señor porque, compadecido de su
fragilidad, no permitía que sufriese graves
dolores físicos. La última noche bendijo con
efusión de corazón al hijo y a la nuera. Expiró en
las primeras horas del día consagrado al
centenario de san Francisco de Asís, como él había
predicho.
Don Miguel Rúa, que le vio morir tan
dulcemente, al hablar de él en público, recordó la
santa máxima que el placer de morir sin pena vale
la pena de vivir sin placeres.
y Letras en el Bachillerato Suuperior. En la
práctica harás lo que juzgues más oportuno para tu
salud.
Las clases ya están organizadas y los alumnos
ansiosos por oír tus lecciones, por tanto, ven tan
pronto como puedas.
>>Están bien Papá y Mamá? >>Se acuerda Ricardo
todavía de don Bosco? Saludos a todos de mi parte
y diles que en el memento de la santa misa, los
recuerdo cada mañana. Dios os bendiga a todos y
ruega por mí, que siempre seré tuyo en Jesucristo.
Turín, 18 de octubre de 1878
Afmo amigo
JUAN BOSCO, Pbro>>
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