((**Es13.20**)((**It13.13**))
CAPITULO I
DON BOSCO EN ROMA DURANTE EL PRIMER MES
DE 1877
DOMINGO Savio había dicho a don Bosco en el sueño
de diciembre del año anterior:
-<<íSi supieses por cuántas vicisitudes tendrás
todavía que pasar!>>
El año 1877, cuya historia nos disponemos a
narrar, fue para el Siervo de Dios una sucesión de
angustias y de sinsabores que sembraron de
punzantes espinas su camino, ya bastante arduo de
por sí, comenzando por el asunto de los
Conceptinos, que determinó su ida a Roma; diremos
de él aquí lo puramente necesario, y dejaremos lo
demás para otro capítulo.
El Beato salió para Roma el día primero del año
nuevo por la noche. Le acompañaban el secretario
don Joaquín Berto, el sacerdote destinado a la
dirección de los Conceptinos don José Scappini y
un tal Florencio Bono, natural de Biella,
aspirante a coadjutor, que iba destinado a Albano.
Don José Scappini desempeñaba el cargo de
prefecto en el colegio de Lanzo, cuando el Beato
escribió a su Director en estos términos:
Queridísimo Lemoyne:
El Padre Santo me ordena que vuelva a Roma lo
antes posible con un salesiano por lo menos para
quedarse allí después de mi regreso. He consultado
y he rezado si debía elegirte a ti o a don José
Scappini; ((**It13.14**)) pero
veo que, al presente, tu ausencia indefinida
trastornaría y podría comprometer la suerte del
colegio. Así pues, será don José Scappini. Avísale
y preparad todo para que le sustituya en el cargo
el reverendo Porta, en el plazo de catorce días. A
más tardar el día primero del próximo enero
zarparemos por ferrocarril rumbo a Roma.
<>
(Yendo de camino se ajusta la carga del pollino).
El Padre Santo nos dirá lo que hay que hacer y,
con la ayuda de Dios, lo haremos. Se trata siempre
del asunto de los Conceptinos. Bastará que don
José Scappini se encuentre en el Oratorio un día
antes.
Mi más cordial saludo para todos los salesianos
y alumnos del colegio de Lanzo: diles lo mucho que
los quiero en el Señor, y que rezo por ellos. Les
deseo unas felices pascuas y buen año nuevo. En
llegando a Roma pediré al Padre Santo una
bendición especial para ellos. Añade que Dios nos
prepara mucho trabajo, muchas almas para(**Es13.20**))
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