((**Es13.190**)
pero no hablen nunca unas con otras de cosas de
confesión y mucho menos del confesor>>.
En el exordio del título undécimo, sobre el
voto de castidad, se leen estas hermosas palabras:
<((**It13.213**))
porque, para que se cumpla su vocación como es
debido, se requiere total desasimiento interior y
exterior de cuanto no es Dios>>.
El último Título contiene treinta normas
generales, algunas de las cuales trazan, digámoslo
así, los rasgos distintivos de las Hijas de María
Auxiliadora.
<< 9. Cada una debe tenerse como la más pequeña
de todas, por eso ninguna faltará a los actos
humildes, ni rehusará ejercer los cargos más bajos
de la casa, en los que la Superiora la ejercitará
en la medida de sus fuerzas y según lo crea
prudente ante el Señor.
>> 10. Las Hijas de María Auxiliadora estarán
siempre alegres con las hermanas, reirán,
bromearán, etc., pero siempre como parece que
deben hacerlo los ángeles entre sí; pero, en
presencia de personas del otro sexo, guardarán
siempre un porte grave y digno. Al ir por la
calle, caminarán con la máxima compostura y
modestia, sin mirar nunca fijamente a las
personas, ni a las cosas que encuentren,
saludando, sin embargo, con una inclinación de
cabeza a quien las salude, y a las personas
eclesiásticas si pasan cerca.
>> 11. En casa y fuera de ella hablarán siempre
de una manera humilde, sin sostener nunca el
propio sentir, evitando sobre todo cualquier
palabra desabrida, punzante, de reproche, de
vanidad referida a sí mismas, o con respecto al
bien que el Señor se dignara sacar de sus obras,
realizando todas sus acciones privadas y comunes
sólo para agradar a Dios. Nunca hablarán de
linaje, edad o riquezas, si las tuvieron en el
mundo. Nunca levantarán la voz al hablar con
quienquiera que sea, aun en tiempo de recreo.
Cuando se encuentren en presencia de personas del
otro sexo, su manera de hablar será seria y grave,
porque, si son de condición superior a la suya,
por ejemplo eclesiásticos, así lo requiere el
respeto debido a su estado; y, si son seglares,
así lo piden el decoro y el buen ejemplo.
>> 12. Toda su diligencia quedará patente en el
trato y en el porte de las miradas y de toda la
persona, como deben ser las imitadoras de
(**Es13.190**))
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