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-Nuestro buen Padre, hace siempre el bien por
donde pasa y donde está.
Si tanta importancia daban las Hijas de María
Auxiliadora a las palabras que don Bosco decía
ocasionalmente y como al vuelo, es fácil imaginar
el fruto que sacarían de las platiquitas que daba
a las que hacían los ejercicios espirituales. Esto
sucedió dos veces en 1878. La primera en agosto,
durante los ejercicios de Mornese. Las grandes
novedades del próximo traslasdo tal vez le
aconsejaron esta ida, de la que avisó al director
don Juan Bautista Lemoyne en términos muy
significativos. Don Juan Bautista Lemoyne había
sucedido en el cargo a don Santiago Costamagna,
que había salido para América.
Mi siempre querido Lemoyne:
Deseo muy de veras ir a hacerte una visita.
Dios mediante estaré en Mornese el día 16 y me
quedaré ahí ocho días. De modo que tendremos
tiempo para charlar a nuestro gusto, contar los
dineros que tú, las monjas y otros podrán poner a
la orden del día.
Muchísimos y cordiales saludos al reverendo
Campi, a Musso y a todos nuestros parientes
espirituales.
Gratia D. N. J. Ch. sit semper nobiscum. Amen
Turín, 6 de agosto de 1878
Afmo. amigo
JUAN Bosco, Pbro.
En la clausura de los ejercicios, el Beato
recibió la profesión de algunas hermanas, y
predicó la platiquita de los <>,
exaltando la virtud de la obediencia. Quedó
grabada ((**It13.210**)) la
comparación que dio:
-Si quitáis al saco sus costuras, todo lo que
contiene se sale fuera;
eso le pasa a la religiosa, si no tiene la costura
de la obediencia, no puede conservar ninguna
virtud y deja de ser religiosa.
Cuando salió de la iglesia, se le acercó
humildemente la Madre y le dijo:
-Me gustaría poner en este pórtico dos carteles
con estas palabras:
LA MORTIFICACION ES EL ABECE DE LA PERFECCION y
CADA MINUTO DE TIEMPO VALE UN TESORO.
Antes de que don Bosco se marchara, aparecieron
colgados los dos carteles en el lugar indicado.
También dirigió unas breves palabras de
<> a las hermanas
(**Es13.187**))
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