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((**Es13.185**) ellas su alegría, como mejor podían. Con la esperanza de verlo pronto, engalanaron su sencillo locutorio; pero el Beato que lo supo, envió a decir: -íAh, no, no! íYo no voy donde hay cortinas, visillos y sofá! Entonces las hermanas volvieron a ponerlo todo como estaba antes; y cuando el buen Padre fue, sin dar muestras de que recordaba aquel detalle, preguntó en seguida si tenían muchas chicas. A la respuesta afirmativa añadió: -íEstupendo! Nosotros estamos precisamente para esta gran obra. íPero, atención! Para hacer el bien a las chicas es preciso estar siempre alegres; es menester quererlas y apreciarlas a todas, aunque alguna no lo merezca. >>Y siguen viniendo todos los días, después de la comida y por la tarde, cuando salen de la fábrica? Cuando oyó decir que sí, siguió diciendo que eso significaba muchos pecados menos, mucha malicia no aprendida por las calles, muchos buenos pensamientos sembrados para la noche y para el día siguiente, no sólo entre las mismas muchachas sino también entre sus familiares, pues, de ordinario, las muchachas disfrutan contando en casa todas sus novedades. Le preguntaron cómo se lograba dar a conocer y hacer que se amara a María Auxiliadora. Y el Siervo de Dios respondió: -Hablando oportunamente de Ella con la juventud que la Providencia nos confía y con las personas externas que se acercan a nosotros; escribiendo alguna palabra sobre Ella en todas nuestras cartas a los padres y a los conocidos; enviando a Ella a los que necesitan gracias especiales y contando los favores obtenidos por su mediación; repartiendo medallas y estampas con su imagen; rezando y haciendo rezar a menudo la jaculatoria: María, Auxilium Christianorum, ora pro nobis; cantando con preferencia sus loas en los recreos y en la iglesia, sobre todo durante su mes; aconsejando poner el nombre de <> a las niñas que se van a bautizar; celebrando con la mayor solemnidad posible su fiesta, no sólo en la iglesia, sino también con velada y procesión; regalando cuadros de María Auxiliadora para las familias, para las parroquias; dando su título a las nuevas fundaciones... ((**It13.208**)) Las hermanas que trabajaban en Valdocco habían recibido de María Auxiliadora, por mediación de don Bosco, una gracia señalada en la novena de la Inmaculada, con la cual quedaron enfervorizadas en la piedad hacia su Madre Celeste y penetradas de veneración hacia el Padre de sus almas. La novicia Josefina Quarello residía en Valdocco, en lugar de Mornese, para ayudar a sor Catalina Daghero a llevar (**Es13.185**))
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