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P. D. El Conde Cays, fundador de nuestras
Conferencias, Presidente del Consejo Superior de
Turín, se ha hecho salesiano, vistió ya la sotana
y, Dios mediante, dentro de pocos meses será
sacerdote.
((**It13.182**)) 5. Al
señor Enrique Fynn
Al disolverse, como ya hemos narrado en el
volumen anterior, la sociedad propietaria de Villa
Colón, quedáronle al socio principal Enrique Fynn
la iglesia de Santa Rosa y los locales destinados
a colegio.
El espléndido señor se puso de acuerdo con el
Vicario Apostólico, y cedió los inmuebles a don
Bosco, de suerte que con todo derecho podía el
Beato atribuirle el mérito principal de aquella
fundación salesiana.
Benemérito señor don Enrique Fynn:
Es muy justo que aquí, desde Europa, un
beneficiado por V.S., alce las manos al cielo
invocando las bendiciones de Dios sobre V.S.,
nuestro insigne bienhechor. Leemos con admiración
los donativos que hicieron san Clemente, santa
Pudencia, santa Práxedes y muchos otros para
sostener las necesidades de la Iglesia o ra fundar
institutos en favor de la Religión y de la
sociedad. Ahora gozo yo inmensamente al ver
renovados hechos semejantes en el colegio Pío con
la caridad de Vuestra Senoría. Tengo gran
confianza en este acto generoso, que contribuirá a
formar muchachos en la fe y en la moral, muchachos
que, al esparcirse por la sociedad civil, serán
para otros y otros más, modelos de civismo y de
piedad. V.S. por su parte, alégrese y disfrute de
corazón, pues esta obra está ya escrita en el
libro de la vida en el cielo, al paso que los
salesianos consideran como gran título de gloria
escribir su venerado nombre en la historia de su
Congregación; y, mientras ésta subsista, se harán
oraciones especiales por V.S. y su querido hijito,
y llegará el tiempo en que V.S. descansará ya con
Dios en el cielo, y los salesianos seguirán
repitiendo su cotidiana oración de agradecimiento.
Le ruego comunique estos mis sentimientos de
gratitud al señor Lezica, y al señor Lanús 1, sus
compañeros en el bien obrar a favor de nuestra
naciente institución.
Antes de volver don Juan Cagliero a Montevideo,
tendrá que ir a abrir otra misión, pero en el
próximo noviembre saldrán ocho salesianos y seis
hermanas rumbo a Montevideo para completar el
personal del colegio Pío.
Le notifico aquí con el mayor gusto que hace
unos meses, habiendo ido a Roma para pedir al
Padre Santo tuviera a bien aceptar que el colegio
de Villa Colón llevase su nombre, lo agradeció
mucho, y bendijo este pensamiento. Pero como Su
Santidad conocía la magnificencia de esa
localidad, me preguntó ((**It13.183**)) cómo
había podido adquirirlo. Y cuando supo que era un
donativo de V. S., pidió detalles sobre su familia
y después me encargó le comunicara esta su
particular bendición:
-Bendiga Dios a esos generosos donantes, déles
el céntuplo en la vida presente
1 Los señores Ambrosio Plácido 1 Lezica y
Anacarsio Lanús, socios del señor Fynn.
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