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((**Es13.157**) quería tener a toda costa en su diócesis a los hijos de don Bosco. El poeta, apoyándose en los nombres de pila del Obispo y de don Bosco, desarrolló en torno a la pesca milagrosa del Evangelio el pensamiento de que, al igual que Pedro, no pudiendo sostener el peso de las redes rebosantes de peces, llamó desde su barca a los pescadores de la barca de Juan para que fuesen en su ayuda y así poner a salvo la excesiva pesca; de este modo monseñor Pedro Lacerda, para asegurar el gran bien hecho por él durante su ministerio episcopal, invocaba los brazos de los hijos de don Juan Bosco, para que juntasen sus esfuerzos con los suyos en la pesca divina de las almas juveniles. Todo se juntaba para alimentar en él la dulce esperanza de tener cuanto antes en la capital del Brasil o ((**It13.175**)) en sus aledaños un instituto salesiano para atender a la juventud pobre; esperanza que, aunque tarde, tuvo el consuelo de ver cumplida finalmente en 1882, por medio de don Luis Lasagna. El tercer suceso es de otra clase; se trata de la advertencia que la Curia Arzobispal de Turín hizo a don Miguel Rúa, inmediatamente después de la partida del Obispo. Habíase creído firmemente en el Oratorio que monseñor Gastaldi, rogado de viva voz, había concedido a monseñor Lacerda amplia facultad para pontificar en la iglesia de María Auxiliadora; tanto más cuanto que se había mostrado tan cortés invitándole a ir al Yermo 1, la casa de campo del seminario, donde los seminaristas le habían agasajado con una velada. Pero después de su salida, don Miguel Rúa recibió una carta, en la que, por orden del señor Arzobispo, se le exponían <> por haber <>. Por lo cual recomendaba Monseñor <>. Monseñor Lacerda se llevó escondida en su corazón una predicción de don Bosco. Ya había tenido que sufrir muchas tribulaciones en el ejercicio de su ministerio episcopal; sabía que le esperaban otras para 1 Era el antiguo yermo camaldulense en las colinas de Turín. El antiguo convento, construido en gran parte por el venerable padre Alejandro Ceva, fundador del monasterio, y que pasó después de la supresión del mismo a manos laicas, había sido adquirido por monseñor Gastaldi, para colocar en él cómodamente a los seminaristas en las vacaciones. Esta casa de campo fue inagurada en 1877. (**Es13.157**))
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