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francos. Cuando le presenté la valoración de
dieciocho mil francos quedó extrañado, diciendo:
-Eso apenas si llega a lo que yo pagué cuando
la compré.
Como ves, lo pagó a diecinueve, y ahora, para
hacernos un favor, lo da por sesenta mil. íAy,
R“gna! íR“gna! 1.
Habla con el doctor Carranza y pensad qué
conviene hacer.
Dime en la tuya si conviene hacer pronto una
nueva expedición y, de no ser urgente, si no sería
mejor esperar un poco. En tal caso podríamos
arreglar mejor las cosas de Roma.
Procura organizar todo lo tuyo y, cuando puedas
decir que los asuntos marchan con seguridad, me
notificarás tu regreso que, si fieri potest, no
debería ser más allá del próximo agosto.
Bueno será que prevengas al señor arzobispo
Aneyros que el Padre Santo desea hacer algo por la
Patagonia, y el Cardenal Prefecto de Propaganda
Fide le escribirá seguramente por este mismo
correo, sobre la conveniencia de establecer en
Carmen una Prefectura Apostólica. Una vez
establecida una casa, dice el Padre Santo, resulta
más fácil alargar los radios y agrandar la
circunferencia. El Padre Santo se siente movido a
esto especialmente por las dolorosas noticias que
recibe de los países lindantes con los salvajes,
como Argentina, Chile, etc., que se dedican más a
combatir y destruir a los salvajes que a
convertirlos. Si te hacen petición formal de
misiones desde Brasil o Paraguay, puedes aceptar
con estas dos condiciones: 1.° Ayuda para los
muchos gastos que ya hemos encontrado, y que de
continuo tenemos que sostener; 2.° Para el año
1878.
El Padre Santo propone un Vicariato Apostólico
en la India y otro en Australia. Por ahora he
aceptado una expedición a Ceilán para 1878. En
este momento me siento con molestias y no puedo
acabar esta carta ni escribir a don José Fagnano
como quisiera, ni tampoco a ((**It13.162**)) don
Luis Lasagna o a don Francisco Bodrato. Otro día
será; haz tú mis veces; comunica lo que hay que
comunicar. Dios nos bendiga. Saluda a S. E. el
señor Arzobispo y a los demás amigos y
bienhechores nuestros. Amén.
Turín, 13-2-1877.
Afmo.
JUAN BOSCO, Pbro.
P. D. Bueno será que me envíes el nombre de los
cooperadores.
Esta otra carta es de mediados de mayo. Era un
pensamiento fijo en la mente del Beato que era
necesario penetrar entre los salvajes de
Patagonia; una circunstancia parecía entonces
favorable a tal fin. El gobierno argentino, en su
intento de adelantar sus fronteras hacia las
cordilleras, había instalado una línea de
fortines, a lo largo de la cual estaban
escalonados cinco mil hombres para mantener a raya
a los
1 En el dialecto piamontés este vocablo es de
uso popular para indicar personas y negocios que
son causa de asuntos fastidiosos. Tiene, pues, la
misma significación que aiassín (volumen XII, pág.
450).
(**Es13.146**))
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