((**Es12.98**)
Presenta mis respetos al señor Arzobispo, al
doctor Espinosa, al doctor Ceccarelli y a papá
Benítez. Di a éste que en todas partes se leyó su
carta en latín, la leyeron también Lanfranchi y
Vallauri, y se leyó públicamente en nuestras
casas. Todos se hicieron lenguas de su elegancia,
estilo y pureza. Le contestaré cuanto antes.
Muchísimos saludos de casa Radicati, Appiani,
Fassati, Callori, Corsi, Marengo, Margotti y un
millón más de otros que te saludan, con don Mateo
Picco, el profesor Bonzanino y el conde Roasenda.
Querido Cagliero, cuida tu salud y la de los
demás. Os encomendamos al Señor a ti y a todos tus
compañeros. Ruega tú también por mí, que siempre
seré en el Señor tu
12 de febrero de 1876.
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
P. S. Dame también noticias de vuestra
situación económica.
La casa de Niza se va encaminando muy bien.
Don José Ronchail es el Director, Rebagliati
pianista, Perret maestro, Capellano cocinero,
Enrique Güelfi guardián permanente.
Saludos de monseñor Fratejacci, del abogado y
ahora canónigo Menghini, del querido Alejandro
Sigismondi, del caballero Bersani y de los
cardenales Antonelli y Berardi, etc.
Omnia in nomine D. N. J. C. Amen.
El celoso misionero don Domingo Tomatis, al que
siendo todavía un chaval había predicho don Bosco
que compartiría con él el pan durante muchos años,
no sabía soportar el mal humor del coadjutor
Molinari, maestro de banda. En realidad éste se
hacía a veces insoportable con su carácter, tanto
que al año siguiente salió del Instituto. Don
Bosco, que con su caridad tolerante y sapiente se
ganaba a individuos casi extravagantes, hasta
convertirlos en dóciles y muy útiles, deseaba que
sus hijos le imitasen en este espíritu de
tolerancia. Por eso, no satisfecho con la
recomendación indirecta, escribió al propio don
Domingo Tomatis una preciosa carta sobre el mismo
tema.
((**It12.107**))
Querido Domingo:
He recibido tus noticias y me alegré mucho al
saber que hiciste un buen viaje y que tienes buena
voluntad de trabajar. Sigue así. Por la carta que
has escrito a Varazze se ve que no andas de
acuerdo con algún hermano. Esto ha causado mala
impresión, especialmente porque se leyó en
público.
Escúchame, querido Tomatis; un misionero, que
debe estar dispuesto a dar la vida para la mayor
gloria de Dios, >>no va a ser capaz de soportar la
pequeña antipatía de un compañero, aun cuando
tuviese defectos notables? Recuerda lo que nos
dice san Pablo: Alter alterius onera portate, et
sic adimplebitis legem Christi. Caritas
benigna(**Es12.98**))
<Anterior: 12. 97><Siguiente: 12. 99>