((**Es12.69**)
tanto más cuanto que en ninguna Orden o
Congregación se acostumbraba merendar. Sin
embargo, no se allanaron algunas divergencias.
2.¦ El cargo de catequista. Aquí la discusión
se propasó. El tema era delicado. >>No debía ser
el catequista director de los clérigos? >>No era
la segunda autoridad del colegio? >>No tenía en
los asuntos espirituales la misma autoridad que el
prefecto en los materiales? Por otra parte, los
catequistas de los colegios solían ser demasiado
jóvenes, y ordinariamente compañeros de algunos
clérigos; carecían, por tanto, de la necesaria
autoridad. Pareció preferible establecer que fuera
el director quien ejerciese el cargo de catequista
para los hermanos. Claro que, de este modo,
siempre había el peligro de que con el ejercicio
de este cargo hubiera desavenencias entre el
director y un hermano; pero, tal como estaban las
cosas, no se veía otra salida. Andando el tiempo,
cuando hubiera sujetos maduros en mayor número, se
remediaría este inconveniente.
((**It12.71**)) 3.¦
Entrada en el aposento ajeno. Lo prohibía el
Reglamento.
Así, pues, cada uno debía resolver por sí mismo el
aseo de la celda, salvo el director y el prefecto,
que no tenían tiempo para ello y recibían visitas
en su propio aposento. Pero el director y el
prefecto habían de servirse para ello de un
coadjutor y no de un alumno. En el colegio de
Valsálice, donde los criados hacían las camas de
los alumnos, podían también arreglar las celdas de
los clérigos, para no dejar a éstos en situación
de inferioridad ante los alumnos.
4.¦ Texto de religión. Se necesitaba adoptar un
manual de sólida formación religiosa para el
bachillerato universitario y para el grado
superior. En aquel momento no se encontró otro más
a propósito para este fin que el libro del
canónigo Giovannini, el cual combatía con sólidos
argumentos los errores del día y explicaba
satisfactoriamente los dogmas recién definidos.
5.¦ Vestido y calzado. Un artículo decía:
<>. Algunos lo encontraron algo
restrictivo; otros, por el contrario, lo
calificaban de muy conveniente para cerrar así la
puerta a ciertos abusos. Lo dejaron tal como
estaba.
6.¦ Libro personal de cuentas del director.
Otro artículo pedía que el director llevase un
libro de cuentas separado, donde anotar todos los
gastos. >>No parecía un duplicado superfluo? Ya
había en la administración un libro de
contabilidad general de entradas y salidas, y esto
podía ser suficiente. Pero don Miguel Rúa demostró
la necesidad del libro del director, para descargo
de responsabilidades en las cuentas particulares.
Con esto se cerró la sesión.
Las funciones de iglesia del día anterior,
fiesta de la Purificación,(**Es12.69**))
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