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Carta de don José Daghero a don
Bosco
M. Rvdo. señor don Bosco:
Cumplo el deseo de V. S. M. Rvda. escribiéndole
cuando acabo de llegar de la audiencia con el
Padre Santo.
No encontramos en la estación a ningún
conocido, por lo que acudimos al señor Sigismondi,
el cual, después de los primeros agasajos, nos
acompañó ((**It12.692**)) a la
fonda para comer, pues llegamos de improviso a su
casa. Don Antonio Sala se hospedó en su casa, los
de Ariccia en casa de aquel señor anónimo que
frecuenta la familia Sigismondi y nosotros dos con
el Secretario del Cardenal Bilio, al que nos
presentamos aquella misma tarde a eso del toque
del Avemaría, también de improviso, pero ya
esperados.
Quedó muy contento; habló mucho de la
Congregación, de las necesidades de su diócesis y
de las esperanzas que ponía en nosotros. íQué
bueno es!
Hoy estaba muy atareado y nos llevó en su coche
al Vaticano, donde nos presentó a su Decano para
que nos hiciera ver algo mientras él acudía a una
reunión. Allí habló con el cardenal Chigi sobre
Ariccia. A eso de las once y media el Decano nos
llevó a la antesala del Papa, y al mediodía Su
Eminencia el cardenal Bilio salía a anunciarnos, y
entregaba a Su Santidad la carta de V. S. M. Rvda.
El Padre Santo acompañado por el cardenal Bilio
y Mertel con otros Prelados pasó ante nosotros a
eso de las doce y treinta y cinco minutos. Al
entrar dijo: <<íOh, he aquí a don Bosco!>>; y uno
a uno nos dirigió una palabra de amable aliento
mientras le besábamos el pie. No se le pudo hablar
en particular; lo hacía por nosotros nuestro
protector el cardenal Bilio. Al fin dijo:
-Os bendigo a todos, a los vuestros, a la
Congregación y a vuestros alumnos en la Obra que
emprendéis, con los crucifijos y medallas que
lleváis con vosotros.
Y pasó a otra sala bendiciendo.
El buen Cardenal nos llevó por las salas
pontificias y, en su coche, a su casa, donde nos
esperaba la comida.
A las dos parten los de Ariccia y nosotros
iremos el jueves a Magliano, donde ya se anunció
nuestra llegada. Después de comer el Cardenal
mismo nos llevará a San Pabló.
Desde Ariccia escribirá don Antonio Sala, y yo,
con más calma, cuanto antes.
Con todo aprecio y afecto
Roma, 31 de octubre de 1876.
Su afmo. hijo
JOSE DAGHERO, Pbro.
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Carta del cardenal Bilio a don
Bosco
Querido y Rvmo. don Bosco:
Aprovecho la ocasión que me ofrece el regreso
del novel sacerdote Faá de Bruno y contesto,
aunque algo tarde, a su última muy apreciada y
tengo el gusto de anunciarle
(**Es12.584**))
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