((**Es12.573**)
El Superior General, atendida la triste
condición de los tiempos, cuando a cada paso se
ven las casas y las escuelas abarrotadas de
diarios y libros perversos, y por consiguiente los
alumnos en gran peligro de perversión, pueda
conceder a sus Religiosos que revisen, examinen y
lean libros y diarios prohibidos en los límites,
que en cada caso se considere oportuno, para
apartar los peligros del mal y promover la mayor
gloria de Dios.
Esta facultad fue concedida por León XII, die
11 julii 1826, pro Soc. Jesu y por comunicación a
todas las Ordenes Religiosas y Congregaciones
Eclesiásticas. Fue concedida personalmente también
al Superior de los Salesianos ad vitam y también
el poderla comunicar ad tempus.
((**It12.679**))
Viernes, 28 de abril de 1876.
Con la autoridad que el N. Santísimo Señor Pío
PP. IX nos concedió, si es verdad lo expuesto,
déjense las preces al arbitrio y conciencia del
mismo Orador con las facultades necesarias y
oportunas de acuerdo con lo que arriba se pide.
En fe de lo cual
F. P.
JERONIMO PIO SACCHERI
Ord. Praed.
S.
Ind. Congr. a Secretis
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Carta de monseñor Ceccarelli a don
Bosco
Reverendísimo Padre:
Recibí agradecido la suya del 23 de abril, que
me escribió desde Roma, portadora de la
benevolencia de V. S. Rvma., y de la clemencia
soberana del mejor de los Padres a mi favor. Estoy
emocionado por los gestos paternales y en absoluto
inmerecidos del Sumo Pontífice, que ha querido
nombrarme Camarero Secreto y manifestarme a través
de V. S. Rvma. su satisfacción por el poco bien
que he hecho, además de asegurarme que no me
olvidará. Reconozco que los honores que me vienen
del Sumo y siempre amado Pontífice Pío IX se deben
únicamente a la benevolencia de V. S. Rvma. hacia
mi pobre y humilde persona. Acepto con eterna
gratitud esta distinción y, aun cuando estoy
decidido a no usar semejantes condecoraciones, sin
embargo, eso no disminuye la gratitud que le
profeso.
Gratísimo me resulta el amable pensamiento, que
ha tenido Su Santidad al concederme todos los
privilegios de los RR. PP. Salesianos, puesto que
necesito muchas gracias espirituales e
indulgencias para salvar mi alma. Este hecho me
pone bajo la obediencia de V. S. Rvma., que puede
disponer de mí como mejor le parezca en el Señor.
Por lo tanto, si V. S. Rvma. comprende que
puedo ser más útil a nuestra Congregación en
Italia, en Africa o en Asia que en América, como
Prelado o como Sacristán, como Delegado Apostólico
o como mandadero ecce ego, mitte me. Es voluntad
de Dios que yo trabaje para la propagación de su
Reino en este mundo y >>cómo mejor podría hacerlo
que ingeniándome con todo mi corazón por difundir
la Congregación Salesiana, la hermosa obra de V.
S. Rvma., tantas veces aprobada, bendecida,
recomendada y aplaudida por el Sumo Pontífice?
(**Es12.573**))
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