((**Es12.515**)
tendremos que dejar este mundo, nos encontraremos
bien preparados, ricos en méritos; cuando llegue
la muerte no nos meterá miedo, sino que nos
inspirará confianza y el Señor nos recibirá en su
misericordia. Hoy estamos aquí; el próximo mes yo
mismo o alguno de vosotros ya no estará.
Buen fin de año, feliz año nuevo y buenas
noches a todos.
Al calcular el número de los que podían morir
en el año 1877, parece que don Bosco no recuerda
la predicción de <>. Como en las
previsiones relacionadas con su obra, él tiraba
adelante como quien nada sabía, empleando todos
los medios humanos para alcanzar las metas
deseadas y dejando a la Providencia la guía de los
acontecimientos, así, en sus muchas predicciones,
ya no volvía sobre ellas, a menos que no lo
provocase otro. Sin embargo, después de decir
<>, añadió:
<>. No se expresó
afirmando, es verdad, pero así y todo la expresión
nos parece digna de nota.
Baste, también para el presente volumen, la
actuación de un solo año. Pero, antes de descansar
momentáneamente la pluma en nuestro trabajo,
quisiéramos advertir claramente a cada lector
contra el peligro de detenerse ante una visión
unilateral de la obra de don Bosco. Su actividad
exterior, por encima de múltiples contrariedades y
obstáculos, no es más que un costado de su figura,
el que más llama la atención; pero otro costado
importantísimo queda oculto a la mirada de los
observadores superficiales, y es el que le da el
sello de la santidad.Nos lo dice un hombre, que en
su tiempo gozó de autoridad y crédito. El padre
Mauro Ricci, General de las Escuelas Pías, conoció
personalmente a don Bosco ((**It12.612**)) en
Florencia, cuando se lo presentó la marquesa
Enriqueta Nerli, generosa bienhechora del Siervo
de Dios. Su porte <> lo edificó en sumo
grado. Después gustaba poner de relieve el
contraste entre la humildad de su condición y la
nobleza de la mente, con la que se elevó <>. Pero después,
cuando se dio a buscar cómo preparaba y llevaba a
término tanto bien, escribió: <> 1.
1 Carta escrita en mayo de 1898 y publicada en
Cháritas, número único para el primer decenio de
la muerte del Siervo de Dios. (Turín, Tip. Sal.).
(**Es12.515**))
<Anterior: 12. 514><Siguiente: 12. 519>