((**Es12.481**) Los
frecuentes viajes hicieron que don Bosco, siempre
solícito por buscar subsidios por todas partes
para cubrir las necesidades del Oratorio, sintiera
la necesidad de volver a obtener las pasadas
facilidades ferroviarias, lo mismo para él que
para los muchachos. Por este doble motivo escribió
una carta al Ministro de Obras Públicas y otra al
Director General de Ferrocarriles. Decíale a Su
Excelencia Zanardelli:
((**It12.570**))
Excelencia:
Acudo a V. E. por un asunto que concierne
exclusivamente a la necesidad de la clase más
menesterosa del pueblo.
Para buscar socorros con que mantener a estos
asilados, que son algunos millares, para ir a
recogerlos o para conducirlos a sus respectivos
pueblos por ferrocarril, me encuentro en la
necesidad de gastar un dinero que debería ser para
el pan cotidiano de los mismos.
En tiempos pasados, cuando los ferrocarriles
eran administrados por el Estado, el Gobierno me
concedía billete gratuito para mí y para una
persona que me acompañaba, billetes semigratuitos
para los muchachos y totalmente gratuitos para los
que eran enviados por las autoridades del
Gobierno.
Mas, por haber sido suprimidos completamente
estos favores, suplico que, al menos, sea
concedido un billete de favor para mí y para un
compañero en los ferrocarriles de Italia, para
remediar de este modo una necesidad que se hace
cada vez más apremiante, dado el creciente número
de muchachos en peligro y abandonados.
Puedo asegurar a V. E. que el beneficio
implorado redunda en favor de los jovencitos, que,
de no ser ayudados eficazmente, van camino del
peligro y están a punto de ofrecer quejas a las
autoridades públicas y acaso de ser conducidos a
los correccionales o a las cárceles de menores.
Convencido de que V. E. se dignará prestar
benévola atención a lo que acabo de exponer, pido
a Dios que le haga feliz, al tiempo que tengo el
alto honor de profesarme,
De V.E.
Turín, 4 de diciembre de 1876.
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
De la carta al Director General de
Ferrocarriles sólo nos ha quedado este borrador,
que el secretario debía pasar a limpio,
completándolo con las fórmulas acostumbradas.
Ilustrísimo señor Comendador:
La benemérita Dirección de Ferrocarriles del
Norte de Italia, teniendo en cuenta lo que hacemos
en favor de los niños necesitados o abandonados,
pertenecientes a agentes o empleados ferroviarios,
suele conceder un abono gratuito para las líneas
que no son propiedad del Estado, pagando sólo el
impuesto gubernativo.
(**Es12.481**))
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