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mismo salieron para Ariccia y Magliano, junto a
Roma, algunos de nuestros hermanos que en estos
mismos instantes estarán a los pies del Padre
Santo invocando la bendición apostólica para
nosotros. Otros saldrán dentro de poco para
Albano, también junto a Roma, y esperamos que este
año no sea menos fecundo en frutos que el año
pasado.
Mas, para hacer grandes obras, es preciso que
sigamos fielmente nuestra vocación.
Se trata de dar un adiós al mundo y muchos ya
lo han hecho al vestir la sotana, que de suyo
representa la renuncia al mundo y a sus halagos.
Muchos desean entrar en la Congregación como
seglares, pero todos con el fin principal de
salvar su propia alma. Esta recta intención nos
asegura que estamos en el camino. Fuera dudas. Por
lo que toca a todos vosotros aquí reunidos, si me
preguntarais si estáis todos llamados a la
Congregación de San Francisco de Sales, creo poder
deciros que sí.
Sí, todos vosotros estáis llamados a la
Congregación Salesiana, al estado eclesiástico y
al estado religioso.
Y puedo aseguraros en nombre de Dios que todos
los que ya hicieron la profesión están
absolutamente llamados, porque, antes de
aceptarlos, quise conocerlos bien, y si los acepté
es señal segura de que los creí aptos para la gran
empresa. Por otra parte el Superior está obligado,
bajo pena de culpa grave, a no aceptar a los que
no cree llamados.
>>Y los que solamente son novicios o
aspirantes? Creo que puedo decir lo mismo también
de ellos.
->>Que cómo puedo decir esto?
-Ea, decidme: yo leo en la Sagrada Escritura
que todo el mundo está situado en la malicia; que
no hay en él más que concupiscencia de carne,
concupiscencia de ojos y soberbia de vida. Ahora
bien, el Señor quiere que nos salvemos, quiere que
pensemos en la eternidad, que le amemos solamente
a El. >>No es el mundo un gran obstáculo para este
amor?
-Ciertamente.
->>Hará, pues, bien o mal quien rompe de golpe
con el mundo y se retira a pensar en Dios?
->>Y quién duda que hace bien?
->>Habéis roto vosotros?
-íSí!
->>Qué hace, pues, el que entra en la
Congregación? íObra según el deseo de Jesucristo,
hace la voluntad de Dios! Y el habernos Dios
traído aquí, el haber venido aquí, >>no indica,
acaso, habernos El mismo ((**It12.561**))
abierto este camino de salvación? >>No es una
señal de vocación el tener nosotros inclinación a
esta vida de salesianos? >>Quién nos la ha
infundido? Omne datum optimum et omne donum
perfectum desursum est, descendens a Patre
luminum. todo lo que os fue dado de óptimo y todo
don perfecto viene de lo alto, descendiendo del
Padre de las Luces. Así, pues, vuestra vocación
viene de Dios.
>>Pero y si viniese una ocasión que nos haga
decidir diversamente? En este caso el Superior
mismo, si viese que en alguno desfallece la
vocación, está obligado a advertírselo. Yo sería
el primero en decirle: ítú no estás llamado al
estado religioso y, si permaneces en él, peligra
tu eterna salvación! Entonces nos pondríamos de
acuerdo los dos para buscar una ocupación más
propicia para la salvación de su alma, y, si
hiciese falta, me industriaría para buscarle un
puesto fuera de la Congregación. Pero, mientras no
aparezca esta señal, dice santo tomás, uno debe
perseverar en el estado que ha abrazado. Manete in
vocatione, qua vocati estis, dice también san
Pablo.
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