((**Es12.472**)
Pero confiamos en la divina Providencia, y
espero que con su ayuda se llegará también a esto,
a saber: que llegaréis a ser tan buenos misioneros
que convertiréis toda la tierra. De paso advierto
que mañana por la tarde, tal vez a eso de las
cinco y media, según me han dicho, habrá una
conferencia para los de la Congregación y lo digo
aquí en público para que lo sepan todos.
((**It12.559**))
Mantengámonos siempre unidos al Señor, que es
quien guía todas nuestras acciones, y portémonos
de modo que no tenga nada que reprocharnos el día
en que venga a juzgar a todos los hombres.
No deje ninguno pasar un día en esta novena de
Todos los Santos, sin pedir a Dios alguna gracia.
Procuremos especialmente ganar las indulgencias
plenarias, que se pueden lucrar en estos días; y
no se olviden las almas del purgatorio; las almas
de los que vivieron con nosotros en estos mismos
lugares, de los que jugaron con nosotros en estos
mismos patios y tuvieron el mismo maestro. Quien
ya no tuviere en este mundo a sus padres, a un
hermano o a otros parientes, no sea tan distraído
como para olvidarlos. La ganancia que se saca de
las oraciones que se hacen por las almas del
purgatorio es doble: se alivian ante todo las
penas de estas pobrecitas almas, y además es
grandísimo el mérito que conseguimos y que el
Señor se dispone a concedernos cuando vayamos a su
encuentro. Buenas noches.
La conferencia anunciada para el 30 de octubre
tenía por fin preparar convenientemente los ánimos
de los profesos, novicios y aspirantes para
comenzar bien el nuevo curso escolar. Se reunieron
para escuchar al buen Padre doscientas veintiocho
personas. Su plática duró de las cinco y media
hasta las siete: el tema fue la vocación. Después
de asegurar a todos los presentes que Dios los
quería en aquel estado, habló sobre los peligros
de perder la vocación cuando uno va a su pueblo.
Hacía tiempo, como hemos visto en páginas
anteriores, que tenía mucho interés en suprimir
enteramente estas idas; pero quería alcanzar la
meta con la persuasión. Ya hemos dicho bastante en
otros lugares la cautela que le convenía emplear
para dar consistencia a la regularidad de la vida
religiosa entre los suyos. Siempre con miras a
desarrollar el tema de la vocación, recomendó el
vivir retirados, tocó los votos religiosos y animó
a tener confianza en el propio confesor.
En los ejercicios espirituales de Lanzo, se
habló de muchas cosas: de la Congregación, de la
vocación, de los votos de castidad, pobreza y
obediencia. Estos ejercicios se hicieron con gran
satisfacción mía; de los predicadores, que
cooperaron a su buen resultado, y de los que
fueron a hacerlos. Yo quedé muy contento por el
número de los que asistieron, por la manera como
se hicieron, por los que emitieron los votos, y
por los que se preparan para emitirlos el próximo
año.
((**It12.560**)) Ahora
vamos a inaugurar el año, no el año escolar, que
comenzará el lunes de la próxima semana, si no se
puede comenzar en ésta; sino el año salesiano, año
memorable por la dilatación de la Congregación en
Italia, en la República Argentina y en Francia con
la fundación de Niza. En este año se abrieron
veintiuna casas. Ayer
(**Es12.472**))
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