((**Es12.471**)
conciencia. >>Y si ellos se hicieron santos, por
qué no podremos hacernos también nosotros?
>>Qué se necesita para ello? La gracia de Dios
y nada más. Y yo os aseguro que el Señor nos da su
gracia. >>Qué nos falta? Un poco de buena
voluntad. Y, si no tenéis esta buena voluntad, si
no podéis ponerla vosotros solos, pedidla al
Señor, pedidla con insistencia y El os la dará. Y,
si no bastaran vuestras oraciones, acudid a los
Santos, que en este tiempo del año están
dispuestos a favoreceros en todo, y especialmente
a María Santísima. Decidles que pidan para
vosotros un ardiente amor divino, un amor
constante y, si el Señor no os lo concede por
vuestras oraciones, no podrá negároslo por las
oraciones de tantos Santos.
Y buenas noches.
((**It12.558**)) Los
sucesos de la Congregación se iban desarrollando
uno tras otro a la vista de todos, de suerte que
también los muchachos los veían y se interesaban
por todo, como acontece entre los miembros de una
misma familia. Así la partida de salesianos para
varios destinos fue el tema de las <> del día 29. Don Bosco supo aprovechar la
circunstancia para insinuar el pensamiento de la
vocación. Dejó caer en público una palabra sobre
una conferencia general que pensaba dar a los
Socios; y lo hizo no sólo para avisar a éstos,
sino también para despertar en algunos de los
mayorcitos el deseo de asistir a ella.
Hace pocas horas que han partido algunos
salesianos hacia Roma. No son los que deben ir a
América, sino los que van a organizar un pequeño
colegio en una ciudad próxima a Roma, llamada
Albano, exactamente al pie del monte en cuyas
laderas se encontraba antiguamente el Alba Longa,
anterior y contemporánea de Roma.
El próximo domingo tendrá lugar la partida de
otra pequeña expedición para establecer otro
colegio en Ariccia, desde donde irán a dar clase
en el seminario de la ciudad de Magliano. Partirán
en tercer lugar tres o cuatro más para fundar una
casa en Trinit…, a fines de esta semana o primeros
de la otra. Mientras tanto nosotros recemos, como
acostumbramos hacer en estas circunstancias, por
los que emprendieron viaje esta tarde y no
llegarán a Roma hasta mañana a las dos de la
tarde.
Entre tanto os diré que, ya que estamos en la
novena de Todos los Santos, no debemos dejar pasar
un solo día sin rezar por los que tienen que ir a
América. Los sacerdotes, recomiéndenlos también en
la santa misa. Nuestros misioneros serán esta vez
veinticuatro y no sé si todos partirán de una vez.
Pero la diferencia será de una o dos semanas
cuando más.
Ahora que salen los mayores, tendrían que
crecer y ocupar su puesto los más pequeños,
convertidos en otros tantos apóstoles. Sería
menester que los panecillos que se cuecen aquí,
bajo la protección de María Auxiliadora 1,
hicieran crecer un metro a cada joven, cada vez
que come uno, y así todos os convertiríais en unos
buenos mozos de golpe. (Risas generales).
1 Hay que recordar que había horno en el
Oratorio, situado bajo el templo de María
Auxiliadora, y que en él se hacía el pan para la
casa (N. del T.).
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