((**Es12.465**)
luego se coloca en piadosa procesión tras el
monaguillo que lleva la cruz, él, que prohibió
precisamente ayer mismo todas las procesiones
religiosas, y después se inclinó hasta el suelo
deshaciéndose en cumplidos con don Bosco, el
milagroso sacerdote, y a continuación toda una
serie de semejantes torpezas, que causarían
náuseas a un estómago de bronce>>.
Pasó una semana y, he ahí que, en el mismo
diario, apareció el 17 de agosto un artículo, en
el que el redactor, profesándose <>, se tenía por <>, que le prodigaba el
periódico romano; razón por la cual, temiendo que
otros recibiesen <>, declaraba
<> aquel escrito, por ser <> y <>. Después disculpaba a don
Bosco de la posible acusación de haber derrochado
el dinero <>. íUn uso
muy distinto debía haber hecho de las <>. ((**It12.550**)) Por
fin concluía: <>.
Hasta aquí el desventurado corresponsal de
Roma.
No hay quien vea cuán fuera del caso estaba
esta pobre publicación;
pero, peor que el artículo, fue el encabezamiento
que le puso el redactor del periódico: <>. El director del
periódico, el teólogo Margotti, que se encontraba
fuera de Turín, nada más volver corrió a presentar
sus excusas a don Bosco, asegurándole que no sabía
nada antes de que se imprimieran aquellas líneas.
Por eso, en el número del 23 de agosto,
aprovechando una ocasión, insertó la siguiente
notita: <(**Es12.465**))
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