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el mar estaba movido, las olas impedían la entrada
en el puerto. Y así sucedió aquel día.
La mañana del día 13, los amigos de don Juan
Cagliero esperaban impacientes en el muelle a los
recién llegados. Luego tuvieron muchas visitas y
grandes recepciones durante toda la semana. El
Arzobispo, monseñor Aneiros, manifestó su ardiente
deseo de ver a don Bosco y el Oratorio; y no
fueron sólo palabras, como veremos en el próximo
volumen. Al despedirse, les dijo:
-Con gran disgusto mío no puedo escribir a
vuestro Superior en estos días, porque debo ir al
Paraguay; pero lo que no puedo hacer ahora, lo
haré después. Mientras tanto, decidle cuando le
escribáis, lo mucho que yo os quiero, porque
vosotros tenéis que ser la salvación y la dicha de
esta ciudad y de esta mi vasta diócesis. Decidle
que os concedo todas las facultades y privilegios,
que están en mi poder 1.
Se esperaban grandes cosas de los salesianos;
les rodeaba un indecible aprecio de todas las
clases sociales. La historia ya puede decir que
las esperanzas no fueron defraudadas.
Cuando don César Chiala cayó enfermo, había
terminado de preparar para las Lecturas Católicas
un voluminoso fascículo misionero, que salió
después de la muerte del autor, correspondiente a
los meses de octubre y noviembre. ((**It12.541**))
Después de un resumen histórico de la Misión
Salesiana, presenta una larga serie de cartas de
los misioneros 2. La mayor parte de estas cartas
ya habían sido publicadas en la Unit… Cattolica,
por obra del mismo Chiala, que, sin embargo, las
había retocado un poco; aquí añadió otras e
insertó nuevos detalles, conocidos después de la
primera publicación. El libro concluye con un
apéndice de documentos. En este trabajo hay que
mirar sobre todo su finalidad y la de don Bosco al
confiarlo al autor, que fue doble: ante todo,
hacer admirar la divina Providencia, que se vale a
menudo de humildes instrumentos para llevar a
término sus adorables designios; y en segundo
lugar, dar una satisfacción a todos los que habían
contribuido a la primera expedición y mover a
otros a ayudar con la oración y con medios
materiales a los operarios evangélicos.
1 De dos cartas de don Francisco Bodrato a don
Bosco; Río de Janeiro, 6 de diciembre y Buenos
Aires, 19 de diciembre de 1876.
2 Sacerdote CESARE CHIALA. Da Torino alla
Repubblica Argentina. Cartas de los misioneros
salesianos. Turín, 1876. Tip. y Libr. Salesiana.
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