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((**Es12.456**) calles amplias, largas y rectas iban a dar a los alrededores del colegio. Este estaba constituido por varios edificios, repartidos en derredor de una iglesia de estilo gótico. Las paredes interiores de la iglesia y de la casa estaban solamente revocadas y enjalbegadas; lo demás, sin ornamentación ni muebles de ninguna clase. Hierbajos y zarzas de más de un metro impedían el paso para llegar al pie de los muros. Se necesitó mucho tiempo y mucho trabajo para limpiar, adornar, amueblar y adaptar, derribando por un lado y construyendo por otro, hasta lograr dar a aquel complejo de edificios el aspecto de un centro de educación. Cuando llegaron los salesianos, don Juan Cagliero, don Domingo Tomatis y el maestro carpintero Scavini, venidos de Buenos Aires unas semanas antes, trabajaban sin descansar en la obra y aún quedaba mucho por hacer. Tan pronto como se pudo dar comienzo, se publicó en los diarios de Montevideo y de otras ciudades. En el breve espacio de un mes los alumnos internos llegaron al centenar. Se abrieron escuelas elementales, los cursos inferiores de bachillerato y los de preparación al superior. Las lecciones de canto y de piano hicieron posible que pronto se pudieran celebrar solemnes funciones sagradas y estupendas veladas académicas. Don Luis Lasagna implantó en el nuevo colegio el plan del de Alassio, de donde él iba. Los alumnos estudiaban, obedecían, amaban la piedad; los padres, que los visitaban con frecuencia, llevaban por doquiera su propia satisfacción. El odio sectario intentó desahogarse con ataques calumniosos a través de los diarios; pero tuvieron que habérselas con un poderoso atleta: el padre Lasagna hablaba y escribía con tanta eficacia que los adversarios enmudecieron. Los alumnos con sus espléndidos resultados hicieron el resto. La fama del instituto se extendió por toda la república y favoreció su crecimiento, que ya nunca pudo nadie detener. Hoy día el Colegio Pío 1 de Villa Colón, así llamado por don ((**It12.539**)) Bosco como testimonio de perenne gratitud al inmortal Pío IX, está ampliado, rodeado de tierras cultivadas de huerta, parque y viñedo, enriquecido con un observatorio completo, y convertido, en suma, en un foco de cultura de la República; también la iglesia, dedicada a María Auxiliadora, se ha transformado en santuario nacional. Los misioneros de Argentina hicieron escala en la capital de Brasil 1 Desde los comienzos, este colegio dedicado a Pío IX, siempre se llamó sencillamente Colegio Pío, a diferencia del de Buenos Aires, inaugurado después de la muerte del gran Pontífice, y que se llama Colegio Pío IX. (**Es12.456**))
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