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e indulgencias, que el Sumo Pontífice ha concedido
a los salesianos y a los Cooperadores Salesianos
con muchos Breves, y especialmente con el del 9 de
mayo de 1876.
6.° El Superior de la Congregación Salesiana
enviará un número suficiente de sacerdotes, según
la necesidad, a la casa de noviciado y a las Casas
confiadas a los Conceptinos, pero la parte
material y disciplinar estará confiada siempre a
un hermano Conceptino.
7.° En la Casa del Noviciado será elegido
también un hermano Conceptino para la asistencia
de los novicios: procurará que sean instruidos en
la religión, en la observancia de sus
Constituciones y en las reglas de la buena
crianza; dará también su parecer para que un
hermano pueda ser admitido a la profesión
religiosa, y considerarse bastante instruido en
sus deberes, y ofrecer seguridad moral de que en
su oficio promoverá la gloria de Dios y el bien de
las almas.
8.° La designación de los cargos, la
aceptación, la admisión al noviciado y a la
profesión religiosa pertenece al Superior de la
Congregación Salesiana, pero siempre con el
parecer del Director y del Prefecto o Ecónomo
Conceptino de la casa donde reside el postulante.
Estos ocho artículos quedan definitivamente
establecidos una vez que Su Santidad se digne dar
a los mismos su suprema sanción. Hay además
algunas cosas contenidas en el Rescripto del 17 de
noviembre de 1876, que tienden a uniformar las
Constituciones de los Conceptinos con las de los
Salesianos. Esto se está haciendo y, tan pronto
como quede concluido este trabajo, será presentado
a la Santa Sede para que sea examinado y
modificado, como pareciere más oportuno para la
gloria de Dios.
Esta conformación de los dos Institutos se hará
de común acuerdo y con el consentimiento de S. E.
monseñor Fiorani, Comendador del Espíritu Santo,
para que él pueda así estar en condiciones de dar
cuenta a Su Santidad, que tanto se digna
interesarse por la prosperidad de estos dos
Institutos.
Don Bosco estudió detenidamente durante más de
un mes las Reglas de los Conceptinos; pero,
mientras las estudiaba, pensó que sería útil que
estuviera en el Oratorio durante unos días el
Superior de los Conceptinos u otro Conceptino
idóneo para que se informara en el propio lugar
acerca del espíritu de la Congregación Salesiana.
Holgaba ((**It12.501**)) decir
que la presencia de tal religioso también le
aprovechaba a él, que debía necesitar muchos
informes. En cuanto monseñor Fiorani conoció el
deseo de don Bosco, mandó salir de Roma al hermano
Gregorio de Jenne, ex-superior.
<>.
El Padre Santo aprobó la ida del ex-superior.
Monseñor Fiorani entregó al Conceptino un carta
para don bosco en la que, después de contestar a
algunas observaciones que él le había
(**Es12.425**))
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