((**Es12.420**)
Salude cariñosamente en el Señor a todos nuestros
salesianos, a saber, Traversino,Deppert, Lidovani
y Boassi.
Rueguen todos por mí, que siempre seré en
Jesucristo
Turín, 10-4-1877.
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
((**It12.494**))
Cerraremos el capítulo narrando el desarrollo de
otra empresa de mayor envergadura, pero destinada
también a quedar sin efecto, ciertamente no por
falta de buena voluntad del Beato, que le dedicó
sus mayores solicitudes.
La confianza de Pío IX descansó en don Bosco
para una obra de reforma que le interesaba
sumamente y que requería caridad, paciencia y
tacto. Para tratar el negocio como su importancia
aconsejaba, el Papa dio a entender claramente a
don Bosco que deseaba su presencia en Roma. En
efecto, al entregar al cardenal Bilio cinco mil
liras a remitirle para los gastos de la próxima
expedición misionera, había añadido sonriendo:
-Si viene don Bosco, decidle que yo pagaré los
gastos del viaje.
El Siervo de Dios comprendió, y no dudó un
instante, pero determinó, sin más, acompañar a los
Misioneros a Roma 1.
Y he aquí el meollo de la cuestión. Cipriano
Pezzini, natural de Cremona, con el fin de honrar
a la Inmaculada Concepción a breve distancia de la
definición dogmática, ideó en 1857 un Instituto
religioso laical, llamado de los Hermanos
Hospitalarios de María Santísima Inmaculada,
Terciarios Capuchinos, o más sencilla y comúnmente
Conceptinos, los cuales tuviesen como fin la
asistencia de los enfermos recogidos en
hospitales. Pero quien propiamente dio forma a la
institución fue más tarde el hermano Monti, al que
encontraremos más adelante. El Pontífice de la
Inmaculada se dignó honrarlos con su especial
benevolencia y protección. El Instituto floreció
en sus comienzos; pero, al correr del tiempo,
agitaciones internas habían reducido notablemente
el número de los miembros y era inminente la
amenza de un éxodo casi general de los restantes.
En 1876 quedaban cincuenta, repartidos en tres
casas: cuarenta y dos en Roma en el hospital del
Espíritu Santo, donde el Papa les había construido
una hermosa vivienda; tres en Orte y cinco en
Cívita Castellana. La dirección espiritual de los
hermanos estaba confiada desde el comienzo del
((**It12.495**))
1 Véase Apéndice, doc. 46.
(**Es12.420**))
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