((**Es12.398**)
-Si no me lo explicas, no entiendo nada.
->>No ves esos cuatro clavos? Obsérvalos bien.
Son los cuatro clavos que desgarraron y
atormentaron de una forma tan cruel la persona del
Divino Salvador.
->>Y qué me quieres decir con eso?
-Son los cuatro clavos que atormentan a las
Congregaciones religiosas. Si te libras de esos
cuatro clavos, esto es, si procuras que tu
Congregación no sea atormentada por ellos, o sea,
si sabéis tenerlos alejados de vosotros, entonces
las cosas marcharán bien y os salvaréis.
-Pero, te vuelvo a decir que no sé qué es lo
que significan esos clavos, repliqué.
-Si quieres tener una explicación más clara,
observa detenidamente ((**It12.468**)) este
carruaje que lleva los clavos por emblema. Mira:
este vehículo tiene cuatro departamentos, cada uno
de los cuales corresponde a un clavo.
->>Y qué significan estos departamentos?
-Observa el primero.
Observé y leí sobre el cartel: Quorum Deus
venter est.
-íOh! Ahora comienzo a comprender algo.
Entonces el desconocido me respondió:
-Este es el primer clavo que atormenta y
arruina a las Congregaciones religiosas. Hará
también grandes estragos entre vosotros, si no
estás atento. Combate contra él y verás cómo todas
tus cosas proceden bien.
Ahora pasemos al segundo departamento; lee la
inscripción correspondiente al segundo clavo:
Quaerunt quae sua sunt, non quae Jesu Christi.
Estos son los que buscan las propias comodidades,
su bienestar, y trabajan en ventaja propia o de
sus parientes, sin buscar el bien de la
Congregación, que es el que forma parte de la
porción de Jesucristo. Presta, pues, atención;
aleja de ti este flagelo y verás prosperar a tu
Congregación.
Tercer departamento. Observé la inscripción del
tercer clavo y era la siguiente: Aspidis lingua
eorum.
-Clavo fatal para las Congregaciones son los
murmuradores, los chismosos; los que siempre están
criticando con razón o sin ella.
Cuarto departamento: Cubiculum otiositatis.
-A esta porción pertenecen los ociosos, muy
numerosos por cierto. Cuando en una Congregación
comienza a introducirse el ocio, la comunidad
queda completamente arruinada; en cambio, mientras
abunda el trabajo, no existe peligro alguno de
ruina. Ahora observa otra cosa que podrás ver en
este carruaje y de la que muchísimas veces no se
hace caso y que yo quiero que consideres con
especial atención. >>Ves aquel escondrijo que no
forma parte de ningún departamento, pero que
afecta a todos? Diríamos que es como un medio
departamento o apartado.
-Sí que lo veo; pero no hay en él más que
hojarasca, unos matojos altos y alguna hierba toda
enmarañada.
-Bien, bien; esto es lo que quería que
observaras.
->>Y qué puedo deducir de todo esto?
-Observa la inscripción que aparece medio
escondida.
Me fijé bien y leí: Latet anguis in herba.
->>Y qué quiere decir esto?
-Mira, hay ciertos individuos que están
escondidos, que no hablan, que jamás abren el
corazón a sus superiores, que rumian sus secretos
en sus corazones; mucha atención: latet anguis in
herba. Los tales son verdaderos flagelos,
verdadera peste para las Congregaciones. Los
malos, si se les tiene al descubierto, pueden ser
corregidos,
(**Es12.398**))
<Anterior: 12. 397><Siguiente: 12. 399>