((**Es12.38**)
A mis queridos amigos: el Director, Maestros,
Profesores, alumnos y todos los moradores del
Colegio de Lanzo.
Dejad que os lo diga y nadie se dé por
ofendido: sois unos ladrones; lo digo y lo repito,
me lo habéis robado todo.
Cuando fui a Lanzo me encantasteis con vuestra
bondad y cariño; aprisionasteis las facultades de
mi mente con vuestra piedad; me quedó todavía este
pobre corazón, cuyos afectos me robasteis por
entero. Y ahora vuestra carta, firmada por
doscientas manos amigas y queridísimas, se ha
apoderado de todo este corazón; no ha quedado en
él más que un vivo deseo de amaros en el Señor, de
haceros el bien y salvar vuestra alma.
((**It12.34**)) Este
generoso rasgo de afecto me invita a ir ahí lo
antes posible a haceros una visita, que espero no
se retardará mucho. Quiero que en esa ocasión
estemos realmente alegres de alma y cuerpo y que
hagamos ver al mundo cuán alegres se puede estar
en alma y cuerpo sin ofender al Señor.
Os agradezco, pues, muy cordialmente todo lo
que habéis hecho por mí; no dejaré de recordaros
cada día en la santa misa, pidiendo a la divina
bondad os conceda salud para estudiar, fortaleza
para vencer las tentaciones y la señaladísima
gracia de vivir y morir en la paz del Señor. El
día 15 de este mes, dedicado a san Mauricio,
celebraré la misa según vuestra intención; hacedme
vosotros el favor de comulgar aquel día, para que
yo pueda ir con vosotros al Paraíso.
Dios os bendiga a todos. Creedme siempre
vuestro en Jesucristo
Turín, 3 de enero de 1876.
Afmo. amigo
JUAN BOSCO, Pbro.
A los alumnos de Varazze les expresó sus
sentimientos escribiendo a su director don Juan
Bautista Francesia y encargándole que fuera él
interprete.
Queridísimo Francesia:
Necesitaría mucho verte y hablarte. Pero quizás
no pueda ser hasta la fiesta de san Francisco de
Sales. Mientras tanto, me harías un favor si me
dieras noticias acerca del personal docente,
asistente y trabajador 1, ya en cuanto a
moralidad, como en cuanto a laboriosidad, según lo
pida el caso. Verdad es que aquí andamos escasos
de personal, pero, si del todo necesitaras un
ayudante más, ya me las arreglaría para
encontrarlo.
El clérigo Barberis me expresa su deseo de
tocar (activamente) el piano y me dice que te lo
recomiende. No cabe duda que si tú se lo prohíbes,
algún buen motivo tendrás. A pesar de todo, mira a
ver, si con esta concesión puedes alcanzar que
mejore en lo que más deje que desear. Pero, en
todo caso, haz lo que mejor te parezca para la
gloria de Dios.
Quería haber escrito una carta a esos tus y mis
queridos alumnos para felicitarles
1 Se refiere sin duda a los hermanos
coadjutores o laicos y al personal seglar dedicado
a los servicios de la Casa (N. del T.)(**Es12.38**))
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