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clérigos Vallega, Piacentino y Vigliocco, y don
César Chiala y don José Giulitto. Rezaban entonces
por los difuntos del año anterior; ahora rezamos
nosotros por ellos, lo mismo que el próximo año
otros rezarán por algunos de vosotros. También por
este motivo, pues, es importante que se hagan
bien.
Ahora, cuando vamos a empezar los ejercicios
espirituales, tendría que daros avisos para
hacerlos bien; pero, sin daros muchos, me limitaré
a enunciaros alguno, que, puesto en práctica, os
ayudará muchísimo para hacer bien este santo
retiro y, además, podré también deciros a la noche
dos palabras y daros avisos, si hace falta, pero
espero que no sucederá.
Ahora quiero daros uno importantísimo y que,
practicado, valdrá casi por todos; os digo que
durante estos santos ejercicios espirituales
ninguno escandalice a los compañeros, y no sólo se
abstenga de dar escándalo, sino que, por el
contrario, procure dar buen ejemplo, de modo que
cada una de sus acciones o palabras, si las
hiciese o dijese, sirvan para bien de su alma. Si
se pone en práctica este aviso, como espero, a los
predicadores ((**It12.446**)) les
bastará hablar, y sus palabras serán seguidas
prontamente sin necesidad de más amonestaciones, y
los santos ejercicios espirituales resultarán bien
con provecho para vuestras almas.
No me detengo en daros más avisos; sólo
recuerdo el silencio en los tiempos establecidos.
El silencio es el fundamento de la buena marcha de
los santos ejercicios espirituales, porque deja
más amplio campo a la mente para reflexionar sobre
los sermones y meditar sobre los puntos de los
mismos. Guárdese el silencio en los tiempos
establecidos, tales como el de la noche después de
las oraciones hasta la mañana siguiente antes del
desayuno, y el de la merienda, y de esta manera
habrá mayor recogimiento y se sacará más fruto de
los ejercicios. Sin embargo, en los tiempos en que
no hay que guardar silencio, será bueno que se
eviten los alborotos y cualquier otra cosa que
pueda causar gran molestia y distracción.
Termino recomendándoos que os deis buen ejemplo
unos a otros y que guardéis el silencio en las
horas señaladas; de esta manera los ejercicios
espirituales que vamos a hacer procederán bien y
sacaremos de ellos mucho provecho para nuestras
almas.
Presentaremos ahora seguidas las otras cinco
<>, tal como nos han llegado,
encabezando cada una con un título que indique
brevemente el tema.
2.¦ noche. Compostura en la iglesia: estar de
rodillas sin apoyarse.
-Hay una costumbre en algunos lugares, que no
quisiera ver introducida entre nosotros, y es que
muchos, por no haber aprendido bien la gramática,
confunden arrodillarse con sentarse y hacen de los
dos verbos uno solo. No, amigos míos; es un error
craso, ya sea de gramática, ya sea de filología, y
su diferencia la declara especialmente el
diccionario de sinónimos, en el cual nunca se
confunden estas dos palabras. Son los de Liguria
quienes introdujeron entre nosotros este error y
me parece conveniente que ahora se rectifiquen las
cosas.
Nos toca ver muchas veces que algunos están
arrodillados y sentados al mismo tiempo, porque se
apoyan por detrás en el asiento. Hablando yo en
cierta ocasión con un Obispo genovés y después con
otros, hice notar este desorden, y me parece que
no es válida en absoluto la razón que se trae de
que es una costumbre universal;
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