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((**Es12.343**) era de siete metros; el pobrecito, al dar con el vientre en el suelo, se hirió; pero a los pocos minutos se levantó riendo. Acudió a toda prisa el médico y vio que era menester coserle una ancha herida. Tres días más tarde hubo un paseo general a Superga; quiso ir él también y corrió tanto que se le abrió otra vez la herida. Pero él, sin perder la tranquilidad, fue a tomar el ómnibus y, cuando bajó, vino serenamente hasta casa. Nada más volver el médico a coserle la herida y vendársela, mondó alegremente una manzana y se la comió. Curó completamente. -Hace pocos días un muchacho del primer curso corrió para esconderse cuando jugaba a tíngolo 1 (al escondite), metió el pie en la abertura hecha para el montacargas del nuevo comedor y cayó a plomo al sótano. Pero, enseguida, sin darse cuenta siquiera del peligro que había corrido, huyó a todo escape para no caer en manos del que le perseguía. -Un gran portón lateral de la iglesia de María Auxiliadora se tumbó sobre el adoquinado de los pórticos, donde los muchachos apelotonados jugaban; pero ninguno sufrió el menor daño. El peligro fue tal como para haber quedado aplastados por lo menos unos veinte. -Un joven, jugando a guardias y ladrones, se escondió en un conducto abierto en la pared, destinado a echar la basura. Otro se lanzó tras él, lo siguió hasta el agujero y gritó: -íMira, soy una serpiente! íQue te como! El pobrecito se desmayó de miedo. Le sacaron de allí, le llevaron a la enfermería y no daba señales de vida. Llegó el médico y no sabía qué razones dar del caso. Mientras se preparaba para aplicarle un reactivo enérgico, y otro de los presentes pensaba en la Unción de los enfermos, dio un brinco el desmayado, se restregó los ojos y dijo: -Ya estoy bien. Y, sin decir más, se escapó de la enfermería, dejando allí plantados y estupefactos a los presentes. -Fueron unos cuantos muchachos a pasar las vacaciones en la casa de Trofarello, y uno de ellos, Fiore, cayó en un hondo estanque. Otro, Finocchio, se lanzó para salvarlo. No lo logró y salió a flote para respirar; volvió a zambullirse y reapareció sosteniendo fuera del agua al compañero, que al momento fue sacado fuera por los otros. ((**It12.402**)) íCostó tiempo para lograr reanimarlo! Es imposible describir la desolación y el terror de los compañeros y del profesor Francesia. 1 No he logrado saber que juego puede ser éste, después de haber leído más de doscientos juegos en un diccionario italiano. Y lo siento... Digo yo, si sería <>. (N. del T.) (**Es12.343**))
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