((**Es12.337**)
nos cueste, nunca es caro>>. Sentencia de oro,
cuyo recuerdo pronto le había de venir como anillo
al dedo.
Para los clérigos y sacerdotes, que pedían
entrar en la Congregación, ((**It12.394**)) se
pedían siempre las cartas testimoniales de sus
Obispos; pero los Obispos generalmente no las
daban. Por lo cual, determinó el Beato atenerse al
método empleado por los barnabitas. Mandó, pues,
imprimir unos módulos semejantes a los suyos y
enviaba uno a cada postulante para que lo firmase
y lo remitiese a su propio Ordinario. Que éste
contestara o no, ya no había nada que obstara para
la aceptación. En cuanto a los jóvenes, que hacían
sus estudios en casas salesianas, sabemos que don
Bosco tenía amplia facultad para aceptarlos,
cualquiera que fuese su edad. A pesar de estas
cautelas, recibió del cardenal Ferrieri, en aquel
entonces prefecto de la Sagrada Congregación de
Obispos y Regulares, una protesta concebida en
estos términos:
Rvmo. Señor:
Ha llegado a conocimiento de esta Sagrada
Congregación de Obispos y Regulares, que V. S. ha
recibido siempre en su Instituto de San Francisco
de Sales a los jóvenes, sin pedir las
testimoniales a sus respectivos Obispos, conforme
al decreto Romani Pontifices dictado por la
Sagrada Congregación super statu Regularium con
fecha del 25 de enero de 1848. Lo cual, según
reclamaciones recibidas al efecto, ha sido causa
de que V. S. haya recibido y después presentado a
la ordenación a algún joven que había sido
despedido del Seminario por conducta inmoral. En
consecuencia, la Sagrada Congregación invita a V.
S. a que comunique si ha obtenido alguna dispensa
especial sobre la observancia del citado decreto;
de lo contrario, deberá atenerse con respecto a su
Instituto al mismo decreto, en el que no se
exceptúa ninguna Congregación, Instituto o Casa,
aunque fuere de votos simples. Esto es lo que se
le participa para su norma y gobierno y que Dios
le guarde.
Para servir a V. S.
Roma, 28 de noviembre de 1876.
S.
Card. FERRIERI pro-Pref.
ENEAS
SBARRETTI, Secr.
El Siervo de Dios con un retraso, cuyo motivo
ignoramos, contestó a Su Eminencia en estos
términos:
Eminencia Rvma.:
He recibido la reclamación que V. E. Rvma. se
dignó enviarme y le agradezco la muy paternal
manera con que me la ha comunicado. ((**It12.395**)) Dos
cosas se me piden: si he obtenido alguna dispensa
para las testimoniales de los Ordinarios, según el
(**Es12.337**))
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