((**Es12.313**)
en el Oratorio, dad mucha importancia a las
prácticas de piedad y cumplidlas como lo hacéis en
el Oratorio.
Queda todavía una cosa importante, que es la
que más os recomiendo. Se trata del recogimiento;
quedaos de buena gana en vuestra casa, estad con
vuestros padres y no queráis ir a todas partes,
verlo todo y andar por fiestas y mercados.
Proponeos, queridos hijos míos, practicar estas
cositas, que os he sugerido; haced desde ahora
este propósito y estad seguros de que estaréis
contentos, al fin de las vacaciones, por no haber
ofendido a Dios.
24 de agosto. Cómo hay que entender la
recomendación de estar recogidos durante las
vacaciones.
-Voy a añadir dos palabras a lo que os dije
ayer. Os dije que quien quiera conservarse bueno
durante las vacaciones debe cumplir en casa las
mismas prácticas de piedad, por cuanto pueda, que
se hacen en el Oratorio. Explico lo de estar
recogidos. Quiero decir, estar alejado de las
personas, lugares y cosas, que pueden ser ocasión
de pecado. Al decir estar recogidos, no quiero
decir que os estéis todo el día acurrucados en un
rincón del hogar, esperando el momento de llevar a
la boca los macarrones bien aderezados y
preparados. Quiero decir:
1.° Estar alejados de las personas.
Desgraciadamente muchos tienen en su casa
compañeros con los que estaban acostumbrados a
sostener conversaciones menos buenas y hacer cosas
que no se deben hacer. Si de nuevo volvéis a
juntaros con tales compañeros, lastimosamente
volveréis a caer. Estará fulano, que ante vosotros
comenzará a hablar contra la religión o las buenas
costumbres. Pues bien, dejadle, huid de él,
plantadle allí mismo. >>Que es de mala educación
obrar así? No, el mal educado es el que en vuestra
presencia habla de lo que puede desagradaros. El
dirá: -íEres un hipócrita, un impostor! -Pero
vosotros pensad que es precisamente al contrario.
El es el impostor y el hipócrita. Profesarse uno
cristiano, y luego no obrar como tal, eso es
hipocresía; por consiguiente, una de dos: o no
pretender ser cristiano, o cumplir los
mandamientos del cristianismo. Decidle francamente
a ese tal: -Yo no quiero renegar del nombre de
cristiano y, por tanto, para no ser un impostor,
no quiero tomar parte en estas conversaciones. Y
decid otro tanto ante cualquier otro mal o pecado.
Es impostor el que se profesa cristiano y no actúa
como tal.
2.° He dicho huir de las personas y de los
lugares peligrosos. Por ejemplo, huir de los
festines, bailes, teatros, ferias. Es casi
imposible ((**It12.365**)) querer
tomar parte en estas reuniones, estar en todos
estos sitios, donde se arma tanta batahola, y que
no quede herida alguna virtud cristiana. En todos
estos lugares se oyen blasfemias, malas palabras y
a veces obscenas, aptas para despertar malos
pensamientos. Las más de las veces hay personas
vestidas de cualquier manera, hay hombres, hay
mujeres, y creed a mi experiencia, hay siempre
peligros, graves peligros.
Se va a un festín, a una visita y se bebe una
copa, después otra y a veces más. Esto empieza a
calentar la cabeza, se despiertan pensamientos y
deseos y quién sabe hasta dónde se puede llegar,
dado que en esas conversaciones, con el vino y con
las imaginaciones, vienen luego las palabras y una
cosa trae la otra. Yo también fui joven como
vosotros y desgraciadamente me encontré en los
peligros en que os encontráis vosotros. Creed a mi
experiencia, a mis palabras. Dichosos vosotros si,
alertados por mi experiencia, os retiráis lo más
posible; evitaréis inmensos peligros; así
prevenidos os pondréis en el buen camino antes de
ensayar el malo, y creedme en hora buena que es
una fortuna aprender por la experiencia ajena.
Escarmentar en cabeza propia es una de las mayores
desgracias.
(**Es12.313**))
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