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con el cuerpo, es inútil que intentes tocarme. No
se puede tocar a los simples espíritus. Sólo para
que los mortales nos puedan ver debemos adoptar la
forma humana. Pero cuando todos resucitemos
((**It12.356**)) para
el Juicio, entonces tomaremos nuevamente nuestros
cuerpos inmortales, espiritualizados.
Entonces quise acercarme a la Virgen, que
parecía tener algo que decirme. Estaba casi ya
junto a Ella, cuando llegó a mis oídos un nuevo
ruido, y nuevos y agudos gritos de fuera. Quise
salir al momento por segunda vez del comedor;
pero, al salir, me desperté.
Así que hubo terminado la narración, añadió
estas observaciones y recomendaciones:
<>.
La repetición de fiestas, lejos de disipar,
estimulaba la aplicación, sea porque los
Superiores sabían ((**It12.357**))
aflojar o apretar el freno oportunamente, sea
porque la alegria, sazonada con la piedad, era
moderada y tranquilizadora. Llegó, pues, la
deseada fiesta de san Luis el 2 de julio, con su
tradicional procesión, que se desarrolló
solemnemente y con el reparto de premios a los
aprendices después de las funciones de la tarde.
Se premiaba a los aprendices por tres cosas:
por su aprovechamiento
(**Es12.306**))
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