((**Es12.275**)
Acusaba inmediatamente recibo y daba las
gracias de las limosnas ordinarias que recibía
enviando al donante una cartita impresa como ésta:
Bondadoso Señor:
Hemos recibido la limosna que se ha dignado
enviarnos para nuestros misioneros; le estoy muy
agradecido. Que el Señor le recompense con sus más
selectas bendiciones celestiales.
Los misioneros guardarán imborrable memoria del
beneficio recibido mientras, con todo mi aprecio,
me profeso suyo en Jesucristo
Turín, 1876.
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
((**It12.319**)) Pero,
si la limosna era considerable o la condición de
la persona merecía especiales atenciones, escribía
de su puño y letra cartitas como la siguiente,
dirigida a la condesa Olimpia de Pamparato, hija
de los marqueses Natta de Alfiano, y avecindada en
Turín.
Benemérita señora Condesa:
Con verdadera gratitud recibo cien liras para
nuestros misioneros que se preparan para ir a
América.
Le doy las gracias; que Dios se lo pague. No
dejaré de elevar mis oraciones por el señor Conde
su esposo y más aún por su señora madre, la
marquesa Natta, que, según me dicen, está algo
delicada.
Mis humildes saludos para todos y créame con
todo aprecio,
De V.S.B.
Turín, 22 de agosto de 1876.
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
>>Qué decir, en fin, de los ornamentos
litúrgicos preparados por Comunidades religiosas
femeninas? En algunos conventos trasnocharon para
acabar el equipo de los Misioneros. Merecen
nuestro recuerdo honorífico y homenaje de perpetua
gratitud las Hermanas del Refugio, las de Santa
Ana, las de las Huérfanas y las de San Pedro.
Constituía un deber para don Bosco manifestarles
de alguna manera su gratitud. Unos le sugerían
enviarles regalos, otros hacerles una visita. Don
Bosco ordenó que se buscasen obsequios agradables
y se les enviasen en su nombre. >>Cómo habría
podido encontrar tiempo para ir a visitar a
(**Es12.275**))
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