((**Es12.256**)
Esta vez entró en liza el Ayuntamiento. La
causa próxima de la contienda fue de lo más
mezquino que puede darse. Todo contribuía a
aumentar el disgusto de los bien intencionados y a
acelerar el éxodo de las hermanas de la tierra que
las había visto congregarse, organizarse y
lanzarse al porvenir.
El señor Pastore, del concejo municipal de
Mornese y por más señas antiguo alumno del
Oratorio, ambicionaba conseguir no sabemos a
ciencia cierta qué cargo, y acudió a don Bosco
para que le ayudase a alcanzar su fin. El buen
padre hizo cuanto pudo para contentarle; pero
también a él le salía a veces el tiro por la
culata. El desagradecido, como si don Bosco
tuviese la culpa del fracaso, montó en cólera, lo
tomó a pique y propuso en una sesión del
Ayuntamiento el cese del maestro salesiano y de la
maestra hija de María Auxiliadora, que enseñaban
legalmente en las escuelas municipales. La
propuesta no encontró seria oposición en el
Concejo. íAquellos buenos concejales no entendían
cuánto convenía a los Salesianos y a las Hermanas
marcharse de las escuelas y también del pueblo y
no calculaban el perjuicio material y moral que
ello podía causar al ayuntamiento!
Don Bosco envió a Mornese a don Francisco
Bodrato, ecónomo general de la Congregación
Salesiana y nacido en el pueblo. Este arregló la
cuestión; pero dio a entender claramente a todos
que se guardaran mucho de hacer cabezonadas,
porque, de repetirse semejantes actos de
hostilidad, don Bosco se iría de Mornese; cerca
estaban Gavi y Serravalle, que ofrecían más
comodidades; también le gustaba Novi, por muchas
razones; y ya tenía él demasiados motivos para
marcharse de un rincón tan inadecuado e incómodo
sin necesidad de que se le añadieran estorbos de
otro género; que anduvieran con cuidado para no
echar el granito que obligara a inclinarse la
balanza.
Cuando don Bosco estuvo informado, pensó que
debía empezar a tomar sus medidas, y así encargó a
don Francisco Bodrato que escribiera al abogado
Traverso, persona muy benévola e influyente,
((**It12.298**)) para
que buscara, si llegaba el caso, adónde era más
conveniente irse en hora mala. Pero la voz de la
probable salida de Mornese ya había corrido entre
los notables de la comarca, por lo que dicho
señor, concejal en Gavi, le informó, le expresó
calurosamente su aprobación y le ofreció
espontáneamente sus servicios 1. Mientras iba
disponiendo la Providencia de este modo los
acontecimientos, hasta llegar a la solución del
problema, se iba madurando cada día más en la cuna
de la institución aquel buen espíritu, que
animaría a la primera generación
1 Véase Apéndice, doc. 27.
(**Es12.256**))
<Anterior: 12. 255><Siguiente: 12. 257>