((**Es12.244**)((**It12.282**))
CAPITULO X
EL ESPIRITU DE MORNESE
EL beato don Bosco invitaba a sus hijos a bendecir
la Providencia, pues reconocía que era obra de su
mano la consolidación y el admirable desarrollo
del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora,
aun en medio de muchas y serias dificultades 1.
Prueba palmaria de esta intervención divina era el
hecho de que, aunque faltaran fuentes de ingreso,
no faltaba, sin embargo, el pan de cada día. Si se
mira de tejas abajo no hay una familia tan
numerosa que se mantenga sin una base económica
adecuada, que permita mirar con tranquilidad el
porvenir. En otros Institutos femeninos se cuenta,
al menos, con la dote de las postulantas, para
remediar las necesidades de los noviciados; pero
aquí, por el contrario, el noventa por ciento de
las jóvenes, que pedían ser admitidas, no contaba
con bienes patrimoniales; y muchas se presentaban
hasta sin equipo personal. Sin embargo, se
aceptaban y se caminaba hacia adelante. Así se
cumplía sin duda la promesa del Señor de que, a
quien busca únicamente el reino de Dios y su
justicia, se le dan por añadidura las cosas
necesarias para la vida material.
A este propósito tenemos una bonita palabra de
nuestro Beato. Un día se encontró el Siervo de
Dios en Borgo San Martino con la madre Petronila,
vicaria general y por tanto responsable de la
administración económica, y le preguntó si
entraban ((**It12.283**))
postulantas.
-Postulantas no faltan, querido Padre, contestó
la Hermana, pero todas o casi todas llegan con la
manos vacías. >>Y cómo hacer para mantenerlas?
Don Bosco elevó los ojos al cielo, como solía
hacer cuando tenía que responder o aconsejar, y
profirió estas inspiradas palabras:
-íOh, si conocieseis la grandeza de una
vocación! No rechacemos nunca ninguna por ser
pobre. Si pensamos en las vocaciones, la divina
Providencia pensará en nosotros. Puede que alguna
vez encontremos dificultades, pero Dios no nos
abandonará nunca. Decidlo en Mornese, decidlo a
todas; las vocaciones, aun las pobres, harán rico
al Instituto.
1 Crónica de Julio Barberis, 28 de marzo de
1876.
(**Es12.244**))
<Anterior: 12. 243><Siguiente: 12. 245>