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al saludo, sino que le hacía enseguida preguntas,
recordando cosas del alma o invitándole a ingresar
en la Congregación ((**It12.248**)) o
animándole al bien, cualquiera que fuese con quien
se encontraba. En el mes de marzo le sirvió el
café un camarero, que frisaba en los treinta años,
y que sólo hacía unas semanas se encontraba en el
Oratorio. Don Bosco le miró un instante de pies a
cabeza y después le preguntó:
->>Cómo os llamáis?
-Pesce.
->>De dónde sois?
-De cerca de Mondoví.
->>Qué hacíais antes de venir al Oratorio?
-Era camarero en el colegio de Mondoví. Tengo
aquí el certificado de buena conducta, firmado por
el alcalde y por el canónigo Ighina.
-Leedlo, por favor.
El camarero lo leyó bastante bien. Y don Bosco
prosiguió.
->>Habéis venido para quedaros o hasta
encontrar un puesto mejor?
-íLa verdad es que me quedaría aquí...!
->>De momento estáis contento aquí o no os
parece que sea éste vuestro sitio?
-No me desagrada; pero me gustaría me enviaran
a alguno de los otros colegios. Turín no me parece
mi sitio.
->>En qué menester querríais ocuparos?
-En lo mismo que hago ahora; camarero,
refitolero o cosa parecida.
-Si no deseáis más que eso, tenemos otros
colegios y os podemos mandar a otra parte. Pero me
gustaría saber, si queréis ganar dinero o si
habéis pensado para vuestros adentros: con tal de
que no me falte lo necesario para el cuerpo y para
el alma, yo me quedo. Porque si habéis venido para
ganar dineros éste no es vuestro sitio.
-íBah, eso a mí no me importa, pues estoy casi
solo en el mundo!
-Pues bien, mirad; si deseáis que no os falte
nada para el cuerpo ni para el alma, lo mismo
estando sano que enfermo, ((**It12.249**)) esto
es, si deseáis obtener una buena posición en esta
vida y en la otra, quedaos en hora buena, pues,
por lo que de mí depende, esta posición os la
proporciono de buen grado y podéis estar
tranquilo. Pero es menester que os resolváis y
digáis: íyo quiero realmente salvar mi alma! >>Qué
decís a esto, Pesce? >>Os gusta estar bien en este
mundo y en el otro?
-Sí, me gusta... Casi, casi... Basta, por ahora
estoy contento.
-Pues bien. Aquí está don Julio Barberis. Le
encargo a él que os
(**Es12.216**))
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