((**Es12.210**)
El neófito recibió el santo bautismo el día 4
de junio y escribió: <> 1.
Y no era humo de pajas. Fue a América, alcanzó
allí una buena posición y quiso entrar como
profesor de literatura inglesa en un colegio
católico irlandés, para cuyo fin necesitaba un
certificado de su conversión al catolicismo. Lo
pidió por medio de un tío suyo, el cual escribió
el 17 de noviembre de 1892 a don Miguel Rúa desde
Brunswick, recordándole que, <>, su sobrino se había
<> sino después de haber
tenido <>.
Eran frecuentes los casos de protestantes, que
iban al Oratorio para convertirse; y, aunque no
todos volvían al redil, siempre sacaban mucho
provecho. Este tema de protestantes y conversiones
nos induce a recordar aquí ((**It12.241**)) un
pequeño detalle, que ayuda a conocer el espíritu
de don Bosco. Un protestante de Florencia pidió a
fines de marzo hacer la abjuración en el Oratorio
y quedarse en él; pero el tono de la carta daba
pie para temer que actuaba por interés, y que
ocultaba algún engaño. Por tal motivo don Miguel
Rúa, que fue el encargado de contestarle, empleó
un lenguaje algo fuerte. El protestante volvió a
escribir al Beato con cierto resentimiento y
dándole seguridad de su buena intención. Entonces
don Bosco le dijo a don Miguel Rúa, mientras
paseaba con él después de la comida, y tras
manifestarle su parecer acerca de diversos
asuntos:
-A los novatos en materia de religión e
incapaces de hacer un acto de virtud, cuando
reciben una ligera ofensa, hay que contestarles
siempre con bondad, aun cuando se tema con
fundamento que llevan segundas intenciones o que
quieren engañar.
Después le esbozó por entero la carta de
respuesta, para lo que era admirable; siempre que
ordenaba escribir a una persona de consideración,
1 Unit… Cattolica, n.° 136, 10 de junio de
1876.
(**Es12.210**))
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